"El sector productivo se mantiene con el apoyo de los organismos públicos del Departamento de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de Cataluña, del Parque Agrario del Bajo Llobregat y del Ayuntamiento del Prat de Llobregat, el municipio donde se produce y le da nombre a la IGP", ha detallado.

    Ha añadido que cuenta con el trabajo del "Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (IRTA), que cuida de su conservación genética".

    En su opinión, el descenso de la producción está muy condicionado al desarrollo de la zona, un "territorio periurbano" en el que también se encuentra el aeropuerto de Barcelona.

    Pese a que el único productor profesional tiene más de 60 años de edad, la sucesión en su explotación familiar está asegurada, al igual que la labor del sector industrial, que en la actualidad la desarrollan dos mataderos, ha precisado.

    Según los datos de la organización, la demanda del mercado del pollo y el capón del Prat es muy estable y estacional -el 50 % se vende en navidad- por el precio elevado del producto", que en 2012 rondó los ocho euros por kilo de la canal en origen.

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