EFE.- En un comunicado, UPA ha informado del resultado de las previsiones de la campaña de cereal realizada por su gabinete técnico al inicio de la misma, en un año marcado por "las inusuales condiciones climatológicas" del invierno y de la primera que "dejan grandes incertidumbres sobre el resultado final de la cosecha".

En términos generales, UPA ha recalado que tras la "nefasta" cosecha del año pasado, en esta ocasión subirán los rendimientos, aunque con resultados muy desiguales según las zonas.

UPA calcula que España producirá 18,5 millones de toneladas de cereal, lo que supone un aumento del 13 % respecto a 2012, incluyendo 4,3 millones de toneladas de maíz.

Por cultivos, UPA prevé un aumento del 17 % para la cebada (6,9 millones de toneladas) y del 13 % en trigo blando (5,25), si bien el incremento más destacado es el del trigo duro, que alcanzará una cosecha de 850.000 toneladas (90 % más que en 2012).

Por lo que se refiere a la cifra de negocio, la producción de cereales supone 4.000 millones de euros al año para los agricultores españoles, sin contar el valor añadido que se genera posteriormente con su procesado, ha puntualizado.

De esta manera, se sitúa como cuarto subsector en volumen de negocio tras las hortalizas, las frutas y el porcino.

Por comunidades autónomas, en Castilla y León la cosecha está "bastante retrasada" con respecto a las fechas tradicionales y los cultivos empiezan a necesitar que las temperaturas se estabilicen en valores más normales para estas fechas.

Por otro lado, UPA ha recordado que habrá que estar muy atentos a las enfermedades "que empiezan a aparecer" por el exceso de agua caída y el encharcamiento en el que todavía se encuentran algunas zonas y al retraso de la cosecha, que "aumenta los riesgos por posibles olas de calor".

En Castilla-La Mancha, el desarrollo de los cultivos "está siendo adecuado", aunque "en las últimas semanas se están produciendo tormentas que están arruinando las cosechas de municipios enteros", ha apuntado UPA.

En Andalucía, las condiciones en las que se han desarrollado los cultivos "no han sido las más adecuadas" por las persistentes lluvias que "no han permitido desarrollar las labores en el momento más oportuno", ha precisado esta organización agraria.

En la región extremeña, "aunque no han sido los cultivos más afectados", las inundaciones que se produjeron a principios de abril "se van a dejar notar en los rendimientos de la cosecha de cereales".

En el caso de Aragón y Cataluña, las producciones se encuentran en un "estado muy aceptable" en los cereales de otoño e invierno y, por tanto, presentarán "balances superiores a la campaña pasada".

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