EFE.- En esta finca se ubican las dos líneas de proceso y envasado de fruta, principalmente manzana y pera, para la elaboración de sus productos de cuarta gama.

La consejera ha respaldado la evolución de esta empresa familiar que inicialmente se limitaba a la comercialización de fruta fresca, y ahora ha avanzado hacia la preparación de alimentos levemente procesados, ha informado hoy la Junta de Andalucía.

Al procesar los alimentos que obtienen en sus propias tierras, la empresa mejora su rentabilidad porque concentra un mayor número de fases de la cadena alimentaria, ha explicado la consejera durante la visita a este cortijo, que lleva sus productos a 760 comedores de colegios a través de un servicio de catering.

También suministra fruta a hospitales, trenes de Alta Velocidad, aviones civiles y al canal de Hostelería, Restauración y Catering.

Esta empresa participa en el Plan de Consumo de Frutas en las Escuelas que desarrolla la Junta y que tiene entre sus objetivos inculcar hábitos alimentarios saludables desde la infancia.

Posteriormente, Víboras ha recorrido las instalaciones de la empresa Tostaderos Sol de Alba en Peligros (Granada), una firma cuyos avances comerciales «se basan en la I+D+i propia y en el marketing internacional».

La idea de incluir una bolsa para cáscaras en los paquetes de pipas es para la consejera, además de su patente más original, un buen ejemplo de cómo la «innovación agroalimentaria abre nuevas puertas de negocio y contribuye al posicionamiento de los productos en los mercados».

Víboras ha respaldado la colaboración de Sol de Alba con agricultores andaluces en busca de variedades de maíz adaptadas que ofrezcan calidad para la fritura.

Según la consejera, esta apuesta por la aplicación de la última tecnología y la investigación agroalimentaria permite a Tostaderos Sol de Alba adaptar su oferta a las demandas más exigentes.

La producción de esta empresa está actualmente presente en 30 países de los cinco continentes a través de más de 90 marcas.

Por último, la consejera ha visitado el centro Ifapa ‘Camino de Purchil’, que impartió más de 1.500 horas formativas el año pasado en un sector, el agroalimentario, que aporta el 8 % del PIB andaluz y genera el 10 % del empleo.

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