La pérdida de color y el empardecimiento son los principales síntomas de esta afección que, si bien no altera ni el sabor ni la textura de la fruta, supone un problema a la hora de su comercialización.

    Hasta el momento, el control la fisiopatía se realizaba con el uso de sustancias antiescaldantes que se aplican antes de su almacenamiento e impiden la oxidación de compuestos generados por la fruta como respuesta al frío del proceso de conservación.

    Sin embargo, las restricciones que establece la futura normativa europea sobre el uso de determinados productos, como la DPA y la etoxiquina, han motivado que la prevención del escaldado sea una cuestión de interés prioritario para el sector productor y los técnicos investigadores.

    El objetivo de esta jornada es dar a conocer algunos de los métodos y técnicas que se han puesto en práctica para prevenir el escaldado de forma natural, con compuestos como los aceites esenciales.

    Por su parte, la SAT "Valle de Rincón" ha iniciado un proyecto de investigación sobre un nuevo método de control para periodos largos de conservación de la fruta denominado "atmósfera dinámica controlada".

    Consiste en reducir al máximo posible los niveles de O2 y CO2, sometiendo de esta forma al fruto a un estrés que no afecta al fruto en aspectos negativos durante el proceso como son las cavernosidades internas, fermentaciones, escaldados, maduración, deshidratación, o las propiedades organolépticas.

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