En este sentido, Huertas ha calificado los precios que perciben los tabaqueros extremeños como “ruinosos” y señala como principal responsable de la situación a la empresa pública CETARSA: “Los precios del tabaco virginia que pagó CETARSA en el 2010 estuvieron en torno a 2,44 €/kg y en el año 2012el precio que ha pagado la industria está alrededor de los 2,10 €/kg, lo que representa un 14% (-0,34 €/kg) menos, un dato que supone una pérdida de más de 1.000 euros menos por hectárea. Huertas ha calificado este hecho de “injustificado” primero porque la calidad del tabaco extremeño ha mejorado y, segundo y más importante, es que “las multinacionales de tabaco que compran a CETARSA no han bajado los precios por nuestro tabaco”.

     Huertas ha declarado que este hecho ha desembocado enuna “situación insostenible” para los agricultores, porque con esos precios ni siquiera se cubren los costes de producción.

      Huertas ha exigido al consejero de Agricultura y al presidente de la Junta que intervengan y le pidan explicaciones a la empresa pública del porqué ha bajado los precios en estos dos años a los agricultores, si está vendiendo el tabaco al mismo precio que antes. Y que por tanto para este año CETARSA recupere los precios a los niveles que estaban en 2010 como mínimo.

     Además de este asunto, UPA-UCE ha denunciado que los productores no han cobrado la ayuda agroambiental: “La Junta debe a los agricultores la ayuda del 2011 y del 2012 (más de 12 millones de euros), por lo que exigimos al gobierno regional que pague cuanto antes este dinero que los tabaqueros necesitan más que nunca”. Por otro lado, la organización agraria ha reivindicado que la Consejería de Agricultura suba la cuantía de la ayuda agroambiental aplicando los mecanismos establecidos, con el presupuesto del Plan de apoyo al sector y que se perdería en caso de no ejecutarse.

     La producción extremeña de tabaco representa el 95% de la producción española de este cultivo y el 20% de la producción final agraria de Extremadura. En nuestra región hay unos 2.500 productores y unas 17.000 familias viven directa o indirectamente de este cultivo.  

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