EFE.- Organizada por el Centro de Apoyo a la Inmigración (CAI) dependiente de la concejalía de Bienestar Social del Ayuntamiento de Valencia, la muestra hace un recorrido por la historia de este cereal que concluye que "el arroz pulido no tiene sabor. Se empapa del sabor de la cultura que lo cocina sin dejar de ser arroz".

   El Ayuntamiento de Valencia ha informado en un comunicado que la muestra, que permanecerá abierta hasta el día 9 de enero y forma parte de las celebraciones de CAI por el Día Internacional de la Tolerancia, ha sido inaugurada hoy por las concejalas de Bienestar Social e Integración, Ana Albert, y de Cultura, María Irene Beneyto.

   El director del CAI, Jesús Yébenes, ha explicado que la exposición se enmarca en el área de trabajo de mediación sociocultural del centro y pretende "poner en valor la diversidad cultural en torno a este alimento".

   Igualmente, ha incidido en que busca "conocer cómo los patrones culturales propios han devenido en lo que son a través de contactos y contagios culturares a lo largo de la historia, y la inmigración es, precisamente, uno de esos factores de contagio".

   Beneyto ha subrayado uno de los rasgos que "mejor define" Valencia es su "carácter pluricultural" y ha destacado la importancia del arroz: "un humilde cereal, tan valenciano, que es, probablemente el alimento más universal, consumido en los cinco continentes, con sus variedades, formas de cultivo, pautas de consumo y tradiciones asociadas".

   La exposición presenta objetos, paneles, imágenes, textos y audiovisuales que recrean la botánica, el paisaje, el cultivo, las leyendas, la diáspora, la gastronomía y otros usos y costumbres ligados a este cereal.

   Entre los datos que los visitantes podrán conocer destaca que para obtener un kilo de arroz son necesarios 5.000 litros de agua y que ese mismo kilo de arroz contiene unos 50.000 granos; que en determinadas áreas de África esos granos se utilizan como moneda de cambio o que el 90 % del cultivo mundial de este cereal está en Asia.

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