La idea es "hacer un análisis con ustedes (los empresarios) para el diagnostico (de la situación) y buscarle solución", declaró la presidenta del BCV, Edmeé Betancourt, en un discurso ante los cientos de empresarios y productores reunidos en el Círculo Militar.

    El ministro de Finanzas, Nelson Merentes, dijo la semana pasada en un encuentro con 400 empresarios que el Gobierno se ha trazado como "objetivo estratégico" la creación de "zonas económicas para la exportación" y no solo para atender el consumo interno.

    Las mesas técnicas de diálogo definirán con exactitud el alcance de cada zona económica con el objetivo final de que las empresas que reciben del Estado dólares procedentes de la exportación de petróleo generen sus propias divisas en el mediano plazo, según Merentes.

    En Venezuela rige desde 2003 un control de cambios y las divisas, que en más de un 90 % provee la estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), son administradas por el Estado a una tasa de 6,3 bolívares por dólar desde el pasado febrero, cuando hubo una devaluación de casi 32 % de la moneda local.

    "¿Por qué nosotros no buscamos también la posibilidad de exportar? Nos preparamos mucho para la importación, porque somos una economía rentista, y nos preparamos poco para exportar", reconoció este lunes la presidenta del emisor.

    Por su parte, el ministro de Agricultura, Iván Gil, señaló que las primeras mesas técnicas se han instalado con el sector de alimentos dada su importancia e impacto social. "Es innegable que la agricultura tiene un aporte dinamizador", dijo Gil, que destacó que en los 14 años de Gobierno chavista "se ha desarrollado una estructura formidable de respaldo a la producción nacional, con sistemas de riego, plantas agroindustriales y vialidad agrícola", entre otros.

    Gil habló de la disposición del Gobierno que preside Nicolás Maduro de construir asociaciones público-privadas para impulsar la producción, y opinó que la "masiva" asistencia a la convocatoria de hoy "es una demostración de la confianza" mutua que se tienen ambos sectores.

    Venezuela vive ahora un episodio "grave" de escasez, según la ha calificado el propio Maduro, cuyo Gobierno anunció la llegada en los próximos días de 760.000 toneladas de alimentos importados y de 50 millones de rollos de papel higiénico para paliarla.

    El Gobierno se ha propuesto un "plan estructural de aumento de la producción local en todos los rubros, empezando con los alimentos", y las mesas técnicas permitirán ir "depurando" la lista y determinar cuáles empresas realmente funcionan, para que tengan acceso expedito "a las divisas y a las políticas" públicas que favorecen la producción nacional.

    El retardo en la entrega de las divisas es una de las mayores quejas de los importadores y empresarios locales, y a ella atribuyen los analistas locales la escasez cíclica de alimentos, medicinas y otros productos. A esos retrasos también se achaca el florecimiento de un mercado paralelo, donde la divisa fácilmente triplica la tasa oficial.

     Sectores políticos de oposición culpan a las políticas nacionalizadoras, al control de cambios y también a la regulación de precios la escasez en el país suramericano, altamente dependiente de la producción petrolera, que alcanza los 3 millones de barriles diarios según los datos oficiales.

     "La economía venezolana ha dependido mucho de las importaciones históricamente", dijo hoy por su parte el presidente de Cadivi, José Khan, que ratificó que el organismo ya solventa la transferencia de divisas a 1.550 pequeñas y medianas empresas que plantearon retrasos en el proceso en las reuniones previas con el Gobierno.

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