Varios estudios han vinculado la concentración de radón con la segunda mayor causa de cáncer de pulmón en hogares de diversas regiones del mundo, pero el informe de la USC en concreto ve indicios claros de ligazón con el cáncer de esófago.

    Los resultados están basados en un estudio ecológico entre casi 2.500 mediciones en dormitorios o salones de viviendas y oficinas, con detectores de radón instalados por periodos de tres a seis meses, distribuidos todos ellos en un total de 129 municipios gallegos.

   Los investigadores llegan a la conclusión de que el radón “debe tener un papel en la aparición de cáncer de esófago, al menos en hombres, cuando existe un efecto multiplicador y otros factores de riesgo”.

Los hombres quintuplican las cifras de este cáncer respecto a las mujeres

   El equipo, liderado por el profesor Miguel Barros e integrado por Alberto Ruano y otros científicos de la USC, ha señalado que en España la incidencia de cáncer de esófago es de 5,75 muertos por cada 100.000 hombres y de 0,76 entre mujeres.

    Ruano ha afirmado en una conversación telefónica con Efe que no hay datos más específicos sobre la incidencia de ese tipo de cáncer en Galicia, pero ha dicho que las mediciones del equipo constatan que “si aumenta el radón, se incrementa el cáncer de esófago”.

   “Los municipios con más radón tienen mayor mortalidad de cáncer de esófago”, ha concretado Ruano, quien ha advertido de que en sus mediciones observaron que “siete ayuntamientos de Galicia tienen concentraciones de radón superiores a 200 becquerelios” por metro cúbico de aire (Bq/m3).

    Los niveles de radón al aire libre son generalmente de 5 a 15 (Bq/m3), pero en el interior de las viviendas, sobre todo sótanos y plantas bajas, la concentración puede ser elevada, de manera que la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte de que el riesgo de contraer cáncer de pulmón se incrementa un 16 % por cada aumento de 100 Bq/m3, y considera que en el interior de las casas nunca debería exceder los 300 Bq/m3.

Se debería aplicar la legislación europea en zonas de concentración de este gas

    Ruano ha indicado que las mediciones obtenidas ponen en evidencia que “hay domicilios con más de mil becquerelios” de concentración de gas radón, lo que es potencialmente peligroso para la salud.

    En ese sentido, ha considerado que España debería trasladar a su legislación las medidas adoptadas por la Comisión Europea en materia de prevención contra la concentración de gas radón en zonas de altas emisiones de ese gas, especialmente en Galicia.

    Ha añadido que en 2006 ya hubo un intento de poner normas en ese sentido en el código técnico de edificación, y ha señalado que tiene constancia de que ahora hay mayor sensibilidad hacia ese problema.

     El profesor de la USC ha apuntado que un reciente estudio divulgado por la revista científica médica British Medical Journal pone en evidencia que las “medidas de aislamiento y de ahorro energético” en los hogares han “contribuido a un mayor aumento de la concentración de radón”, que aumenta la incidencia de varias enfermedades.

(Foto: Archivo EFE Cabalar)

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