Paco Marcén / Director Oviaragón Grupo Pastores

Es archiconocido que la ganadería extensiva, en peligro de extinción, fija la población en el medio rural de las zonas desfavorecidas, que favorece la biodiversidad y el medio natural y que es capaz de producir carne de gran calidad, de la mano de buenos profesionales.

En Aragón más de 6.000 familias viven del ovino, caprino y vacuno extensivo (casi 4.000 explotaciones con más de 1,5 personas dedicadas), más cientos de profesionales que trabajan para ellos (veterinarios, transportistas y otros). La ganadería extensiva es una OPEL repartida en cientos de pueblos. Solo en la cooperativa Oviaragón Grupo Pastores, con un millar, hay socios en más de 400 pueblos, el 80% menores de 100 habitantes.

En Aragón tenemos el sector más organizado de España en ADS, cooperativas y asociaciones, centros de investigación. Tenemos el Ternasco de Aragón, líder de las IGP de cordero. Nuestro modelo es visitado y seguido por grupos de todo el mundo.

La crisis ha golpeado duro a la producción y al consumo y subir los precios es un trabajo a largo plazo. En diez años la producción ha caído un 50% y el consumo otro tanto.

La ganadería extensiva no es viable sin ayudas y el pago básico y el desacoplamiento favorecen la huída al pasarlas a la superficie haya o no haya ganado.

Los PDR y las ayudas agroambientales eran una esperanza pero los incumplimientos, más que recortes, del Gobierno Aragonés han sido un duro golpe. En solo un año la voluntad de abandono ha pasado de un 6% a un 18% además de un alto porcentaje de dudosos en seguir con el ovino 40% (1).

He participado en cuatro reuniones del Foro Europeo del Ovino, convocado por el comisario Hogan que ve la preocupante caída del ovino y caprino de carne. Pero las medidas que se proponen no pueden esperar 6 años hasta la nueva PAC.

La solución no es cambiarse a la ganadería intensiva, no estoy contra ella, sin cuya contribución la alimentación básica sería cara e insuficiente. Pero son sectores rentables por sí solos que no pueden detraer la ayuda necesaria, sobre todo de los PDR, a la ganadería extensiva. Los intensivos se benefician indirectamente de la subvención al cereal y los macro proyectos.

Los PDR deben recuperar su presupuesto porque son oxígeno para un sector que se desangra año a año. Somos resilientes porque la crisis viene de lejos, optimistas para seguir trabajando y realistas para pedir lo es de justicia.

(1) Fuente encuesta anual de Oviaragón

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