Las autoridades españolas negocian con sus homólogos franceses poder hacer «alguna excepción» con el aceite de oliva a la hora de aplicar el sistema de etiquetado frontal voluntario Nutriscore para que este producto no salga perjudicado.

Así lo ha avanzado  este martes 19 el subdirector general de Promoción de la Seguridad Alimentaria de la agencia Aecosan -dependiente del Ministerio de Sanidad-, Victorio Teruel, durante su participación en un congreso organizado por la Asociación de Empresas del Gran Consumo (Aecoc).

«Ya hemos tenido reuniones con las autoridades francesas y están de acuerdo en adaptar el Nutriscore a la dieta mediterránea (…) Es posible que se introduzca alguna excepción al aceite de oliva, pero la tenemos que acordar con ellos», ha explicado.

Se busca que su aplicación y resultado sea el mismo en los etiquetados ambos países

En este sentido, Teruel ha precisado que los cambios que le interesan al Gobierno «no se pueden aplicar en este momento porque es importante que el esquema que se implemente en España sea el mismo que en Francia, no daríamos un buen mensaje si un producto recibiera aquí una calificación y allí otra», ha explicado.

El responsable de la Aecosan ha recordado que el Nutriscore es, además, «una marca registrada» que las empresas pueden usar gratuitamente pero que exige una serie de normas, y ha subrayado que el compromiso alcanzado con Francia pasa por que se revise el cálculo de las notas a través de este sistema «a muy corto plazo».

Uno de los requisitos es obligar a las compañías que se sumen –de forma voluntaria, porque la normativa comunitaria no permite que sea obligatorio– y coloquen este tipo de «semáforo nutricional» lo utilicen en todo su portafolio y no únicamente en las referencias que les interesen.

«No se trata de que lo use en los productos que me salgan en verde y en los otros no. Si lo usas, es con todas sus exigencias», ha recalcado Teruel.

La apuesta de España por el Nutriscore fue lanzada por la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, el pasado 12 de noviembre, aunque por el momento el proyecto se encuentra «en una fase inicial».

Los  miembros de Aecosan están manteniendo las primeras reuniones con representantes del sector alimentario, sociedades científicas y consumidores para presentar la iniciativa y conocer su opinión al respecto.

De acuerdo con sus previsiones, dentro de una o dos semanas se divulgará oficialmente un borrador que será sometido «a consulta pública» para recoger alegaciones.

Teruel ha detallado el proceso de cálculo del sistema, que otorga una calificación global al producto en función de su calidad nutricional: cinco escalones y cinco colores que van de la «A» a la «E» y del verde al rojo, de mejor a peor nota.

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