La venta directa de leche cruda al consumidor, como ha aprobado recientemente la Generalitat de Cataluña y que organizaciones habían pedido, es una «barbaridad» y supone correr un «riesgo innecesario», según expertos en Sanidad Animal y Microbiología consultados por Efeagro.

El experto en Microbiología e Inmunología de la Universidad de León Elías Rodríguez considera que esta normativa catalana es una «apuesta de mucho riesgo» y ve probable que se produzcan «sobresaltos importantes» -desde el punto de vista sanitario- en alguno de sus consumidores.

El saneamiento de la leche es una de las «grandes conquistas de la Humanidad», junto a la obtención de los antibiótico, las vacunas y la potabilización del agua, que «ahora se da de bruces con corrientes de moda que tienen un punto de inconsciencia», ha afirmado.

Beber leche cruda expone a «enfermedades serias», como la escarlatina o la polio

Según Rodríguez, la leche es un medio propicio para la multiplicación de microorganismos y hay un «sinfín» de ellos (bacterias, hongos y virus) que «pueden llegar al producto final» por una afección sanitaria en el animal o por una mala manipulación durante su obtención.

Beber leche cruda expone a «enfermedades serias», como la escarlatina o la polio, ha advertido, tras asegurar que en su opinión hervir la leche cruda para evitar esas consecuencias «es retroceder a los años 50, cuando no había otro recurso si se quería tener una cierta seguridad».

En esa línea se manifiesta el catedrático de Sanidad Animal de la Universidad de Córdoba, Antonio Arenas, quien tiene una «impresión absolutamente negativa» de la norma, que califica de «barbaridad». Es, a su juicio, «absurdo» y «horroroso» para la salud pública, y se debe a las «presiones» de «determinados lobby» que operan en la Unión Europea (UE).

Según ha Arenas, aunque la leche cruda pueda permitir «volver» a «sabores antiguos» de la leche, ésta pierde a cambio su calidad y es «totalmente contraproducente desde el punto de vista sanitario».

Para este experto, la venta de leche cruda llevará a un «aumento de brotes por infección tóxicas alimentarias», ya que «la gran mayoría de gente no tiene conocimientos suficientes» en higiene microbiológica.

la seguridad en el consumo de este tipo leche no debería estar en manos de los consumidores

«Prácticamente toda la leche tiene carga bacteriana» por su facilidad de contaminación -especialmente en el proceso de obtención-, ha subrayado. Entre las bacterias más frecuentes, cita las campylobacter (no suele provocar enfermedades graves en las personas salvo en inmunocomprometidos) y otras «más preocupantes» como la salmonela, algunos tipos de escherichia coli o estreptococos.

Con la venta directa de leche cruda «no se gana nada» porque «incluso el sabor es extraño», ha insistido.

Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), han planteado que la seguridad en el consumo de este tipo leche no debería estar en manos de los consumidores, ya que, si no se trata térmicamente, «puede ocasionar problemas graves, especialmente en niños, embarazadas y personas mayores», como meningitis bacteriana.

OCU ha recordado la reciente alerta generada en España por el consumo de queso fresco elaborado con leche cruda; se detectó a finales de mayo y en esos productos se observó contaminación microbiológica por Listeria monocytogenes en un caso y por toxina estafilocócica en otro.

La organización ha hecho hincapié en que la comercialización de productos por pequeños productores, de cercanía, alejados de las grandes cadenas de comercialización, «no puede nunca estar ajena a la seguridad alimentaria».

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