Las dos grandes fabricantes de cava con sede en Cataluña, Freixenet y Cordoníu, están estudiando las posibles consecuencias de una declaración de independencia.

El presidente de la Cámara de Comercio de España y de Freixenet, José Luis Bonet, ha afirmado que propondrá al consejo de administración de la compañía el cambio de sede social fuera de Cataluña. «No depende de mí, depende del consejo, pero desde luego yo lo propondré», ha afirmado Bonet en declaraciones a RNE.

De esta forma, la compañía, con sede en Sant Sadurni d’Anoia (Barcelona), seguiría los pasos de otras empresas catalanas como el Banco Sabadell que han decidido abandonar Cataluña tras el desafío inpendentista.

«Si realmente vamos a una declaración unilateral de independencia, habrá una salida importante de empresas de Cataluña, lo que causará una daño gravísimo a Cataluña», ha afirmado Bonet, quien ha añadido que si se declarase la independencia se produciría una «verdadera catástrofe». «Realmente es un despropósito», ha señalado.

En el mismo sentido se ha pronunciado Cordoníu Raventós. El grupo vitivinícola ha alertado «del riesgo económico global que existe» ante la actual situación política en Cataluña y lamenta que sean las compañías las que tengan que pagar las consecuencias.

Codorniú también se plantea cambiar su sede social. «Esperamos o tener que llegar a elo, pero en caso de declaración unilateral de independencia el cambio de nuestro domicilio social es una opción que nos hemos planteado», afirma en un comunicado oficial. No obstante, mantienen que su posición es apolítica.

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