Cuando Donald Trump anunció que se iban a subir los aranceles a la aceituna negra española y, luego, cuando no solo cumplió su promera sino que los incrementó dos veces, el sector, la Junta de Andalucía y el Gobierno central unieron fuerzas y al amparo de la UE anunciaron una batería de acciones para frenar una situación que, como todos coincidían, iba más allá de la propia aceituna sino que afectaba a todos los productos que reciben ayudas de la PAC. La propia CE dejó claro que no iba a quedarse parada, pero no hizo mucho. Sin embargo, ha sido anunciar Trump una guerra comercial por el acero y ya suena todas las alarmas en Europa y se anuncian castigos a las importaciones estadounidenses, con listas de qué productos se podrían castigar con nuevos aranceles, incluidos los productos agrícolas de EEUU.

Está claro que lo que mueve el acero no es comparable con el sector de la aceituna, pero sí revela que, en gran medida, las quejas de la CE fueron más símbolicas que reales. Ha hecho falta que se toque el bolsillo grande de la economía de la UE, como es su acero, para que reaccionen las autoridades europeas.

Una reacciones que, inicialmente, y según han reconocido desde la propia CE, podría afectar a productos agrícolas de EEUU, aunque no se ha precisado cuáles. Una amenaza que ha hecho soñar a muchos sectores nacionales, como el  de los frutos secos, que vería un incremento de los aranceles de la almendra californiana como un espaldarazo real a sus precios, o incluso el de los cereales, que podría dar un respiro económico  a todo el sector europeo. Sin embargo, hay que tener los pies en el suelo. Hace unos años, en el anterior pulso por el acero entre la UE y EEUU solo se señaló… ¿al zumo de naranja norteamericano!!!.

Otra cuestión, y que preocupa mucho en Andalucía, es qué puede pasar con la aceituna española si se produce esta guerra comercial, ya que temen que no solo acaben siendo arrasados por las posibles consecuencias de este enfrentamiento o que, si se llega a un acuerdo, se olviden de ellos y acaban con los nuevos aranceles consolidados y hundiendo el mercado norteamericano.

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