La campaña de recolección del arroz va a comenzar con retraso debido a las precipitaciones registradas a lo largo del mes de mayo, que demoraron la siembra hasta primeros de junio. Una recolección que comenzará en la segunda semana de octubre con las variedades de ciclo corto como Bomba y Sirio, continuará con las de ciclo medio como Puntal y Marismas, y finalizará a mediados de noviembre con las de ciclo largo como J. Sendra y las previsiones son muy malas, al calcularse unas pérdidas en el arroz redondo de hasta 10 millones de euros.

Para esta campaña, UPA prevé una caída del 35% de la producción de variedades de arroz redondo mayoritariamente J. Sendra debido al hongo Pyricularia, y es considerada por la organización como de merma de cosecha histórica dada las importantes pérdidas que está provocando. Tal y como indican desde la organización agraria, hay cultivadas en la presente campaña 7.200 hectáreas de J. Sendra, por lo que estiman unas pérdidas catastróficas para el sector de 10 millones de €, motivadas fundamentalmente por la falta de materias activas eficaces para combatir esta enfermedad.

El sector ha apostado por la producción integrada pero ni provoca ninguna repercusión sobre el precio por kilo que percibe el agricultor

Sevilla, con 37.000 hectáreas, es la primera provincia productora de España y la segunda de Europa. La principal variedad de arroz cultivado en esta campaña es de tipo largo, Puntal, con el 63% de la superficie arrocera sevillana. Después le siguen variedades de redondo como J. Sendra, que supondrá el 20%. Además, otras variedades como Guadiagran: 5%, Sirio: 3%, Fonsa: 2,5%, Thaiperla: 1,5%,  Marisma: 1,4% y Bomba: 0,5%.

UPA ha querido transmitir también la enorme preocupación que tiene el sector arrocero por las importaciones de arroz de terceros países como Camboya y Birmania (Myanmar), países con un tratado “Todo menos armas” (EBA), mediante los cuales otros estados limítrofes introducen su arroz en Europa, así como las concesiones que se están haciendo con Mercosur. Este arroz entra con arancel cero y compite deslealmente con nuestro arroz en materia de salud, medio ambiente y laboral. Por tanto, UPA Andalucía ha querido hacer un llamamiento a las administraciones para que extremen los controles de calidad sobre este arroz procedente de terceros países.

Dentro de las preocupaciones para los arroceros, está también la falta de consideración a la hora de valorar la producción integrada. Es una práctica ya habitual y está sumamente asentada en este cultivo desde hace muchos años, como demuestra que, de la superficie total, más del 90% se cultiva bajo este sistema productivo. Dicho sistema mejora considerablemente la calidad del producto, sin embargo, este aumento cualitativo no tiene ninguna repercusión sobre el precio por kilo que percibe el agricultor.

UPA ha criticado también que el sector arrocero lleva décadas esperando un proyecto de modernización de riego que garantice el regadío para el cultivo en los periodos de sequía. Actualmente se capta el agua directamente del tramo final del río, lo que implica un grave problema, ya que se vierte al estuario del río una media de 100 hectómetros cúbicos de agua al año para combatir la salinidad del estuario del Guadalquivir y el tapón salino que penetra en el río durante la marea alta.

UPA Andalucía recuerda que el cultivo del arroz redondo en las marismas del Guadalquivir genera 500.000 jornales directos y representa la única alternativa agronómica para las tierras de marisma no drenadas, por lo que el sector arrocero supone el más importante sostén socio-económico de algunos municipios del entorno de Doñana.

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