El precio de los cereales ha despedido 2018 con un poco de todo, casi como símbolo de lo que ha sido todo el año. En la última semana (en una misma línea respecto a la anterior) se vieron subidas y bajadas moderas e incluso alguna repetición cerrando un cilo de 12 meses que no ha sido malo en términos generales, pero quer deja un sabor agridulce porque en un año de fuertes sequías en media Europa los preciosdeberían haber sido mucho mejores y no solo los de la cebada, que ha sido en la recta final del año el que más creció.

Pero no solo el sector cerealista ha vivido de la cebada (aunque ya hay quien apunta a que se podría disparar su cultivo ante los buenos precios de este año) sino que también destaca el precio medio del trigo blando en los mercados mayoristas alcanzó al cierre de 2018 un precio medio de 202,09 euros/toneladas, un 7,44% por encima del registrado a inicios del año, según los datos de la Asociación de Comercio de Cereales y Oleaginosas de España (Accoe).

Y dentro de este vaivén de subidas y bajadas, en la semana 52 de 2018 (del 24 al 30 de diciembre), la cebada (192,12 €/t) era un 4,65% más cara en los mercados mayoristas que a principios de ese mismo ejercicio; el maíz (181,82 €/t) valía un 1,12% más y el trigo duro costaba un 5,62% menos (204,50 €/t).

A lo largo del mes de diciembre las cotizaciones mayoristas obtuvieron variaciones positivas mensuales en trigo blando (+0,25 %) y trigo duro (+0,99 %) y negativas en cebada (-0,88%), cebada de malta (-0,82 %) y maíz (-0,08 %).

En la categoría de proteínas y coproductos, el precio mayorista de la soja, según Accoe, ha finalizado el año un 5,1 % más elevado respecto a los 314 €/t de enero de 2018, mientras que el de las pipas de girasol se mantuvo casi en los mismos niveles (-0,86 %).

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