La Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca de Murcia lleva a cabo un ensayo en el Centro Integrado de Formación y Experiencias Agrarias (CIFEA) de Torre Pacheco para comprobar la productividad de nuevas variedades de almendro en el Campo de Cartagena, como alternativa a otros cultivos. Está dirigido preferentemente a los agricultores, técnicos relacionados con el sector hortofrutícola de la comarca y personal investigador.

Las variedades de almendro cultivadas tradicionalmente en el Campo de Cartagena (Peraleja, Ramillete, Colorada, Garrigues) son de excelente calidad, pero requieren de polinización cruzada, es decir, de árboles polinizadores y de la ayuda de insectos, como las abejas. Ello, junto con la floración extratemprana, puede provocar falta de productividad cuando las condiciones son desfavorables, como en los períodos de lluvias en los que se dificulte la actividad de las abejas, o cuando se producen daños a sus poblaciones por pérdida de hábitats naturales o uso de insecticidas, entre otros factores.

Para solucionar esta problemática es necesario buscar variedades de almendro que sean autocompatibles, que permitan realizar plantaciones monovarietales y se adapten correctamente a la singularidad de esta comarca.

Diferentes centros de investigación de España han obtenido variedades autocompatibles y de floración tardía, incluso extratardía, para su cultivo en zonas interiores de la Península. En la comarca de Cartagena se pretende comprobar la adaptación de estas variedades autocompatibles, que es el factor más interesante. Que sean de floración tardía no es un factor necesario aquí, dado que predominan los inviernos suaves y pocas horas de frío.

Siete años de ensayos, desde la poda hasta el sistema de regadío

El ensayo con nuevas variedades de almendro se inició en 2010 en el CIFEA de Torre Pacheco, sobre una parcela de 1.037 m2, con una densidad de 330 árboles por hectárea. Las variedades ensayadas son Marinada, Vairo, Constanti, Soleta, Belona, Lauranne, Carrero y Colorada.

Se planteó con riego localizado por goteo, buscando la precocidad en la entrada en producción y considerando el almendro como un cultivo económicamente viable, frente a otros cultivos predominantes en la zona, como cítricos y hortalizas.

Las fortalezas del cultivo del almendro en riego son la baja inversión por hectárea, los bajos costes por la alta mecanización, y las menores necesidades de agua, en comparación con otros cultivos, lo que le permite subsistir en condiciones adversas de sequía.

En el ensayo se aplican distintos tipos de poda, desde la tradicional a la no poda, para comprobar su adaptación y así poder manejar el cultivo con el mínimo de intervenciones manuales.

Entre otros parámetros, se estudian las fechas de floración, la resistencia a las enfermedades fúngicas más importantes, como la mancha ocre, las fechas y facilidad de recolección, producción y calidad de la almendra.

El ensayo cuenta con un Plan de eficiencia medioambiental, con el fin de disminuir los residuos, emisiones, el consumo de inputs, así como desarrollar el proyecto de forma sostenible.

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