Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y del Instituto Nacional de Investigación Agraria (INIA) han detectado potenciales depredadores naturales del insecto que transmite la bacteria Xylella fastidiosa, que causa la muerte de especies como la vid, el almendro y el olivo. Las pruebas se han realizado en Madrid, donde se detectó el primer brote en un olivar.

Esta bacteria se transmite de plantas enfermas a sanas a través de insectos de la familia Philaenus spumarius, más conocida como cigarra espumadora, cuya presencia ha sido confirmada en la UE y en España, y que hasta ahora se ha combatido con productos químicos, con los consiguientes efectos indeseados para el medio ambiente y la salud humana, explica la UCM en un comunicado.

Primeros resultados muy positivos realizados esta primavera

A partir de una técnica molecular aplicada al contenido gástrico de artrópodos, los investigadores han rastreado «los enemigos naturales, qué artrópodos se alimentan del vector de Xylella fastidiosa», explica Beatriz Matallanas, investigadora del departamento de Genética, Fisiología y Microbiología de la UCM.

Los resultados mostraron «que el 6,34% de las arañas se habían alimentado de P. spumarius, una muestra destacable teniendo en cuenta que la abundancia de ejemplares adultos del vector era baja dadas las condiciones climáticas de la primavera de este año 2018».

La investigación, publicada en la revista científica ‘Sustainability’, permite abordar la detección específica del ADN de P. spumarius en el tracto digestivo de otros artrópodos.

«De esta manera se pueden identificar de forma fiable los potenciales depredadores de esta especie, algo prácticamente imposible de determinar con la simple observación del contenido gástrico», añade la nota.

Mediante la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) «es posible detectar cantidades ínfimas del ADN del vector. Esta técnica es fiable incluso en situaciones en las que esperamos que el ADN esté muy degradado, como ésta, debido al proceso digestivo», añade Carmen Callejas.

El método destaca por su «fiabilidad y la rapidez, esenciales en las acciones rápidas de gestión en las zonas de cuarentena»

Una vez diseñada la técnica molecular, se probó la eficacia de estos depredadores naturales en condiciones reales. Para ello, las investigadoras de la UCM muestrearon más de 60 arañas abundantes durante la primavera en olivares del suroeste de Madrid, cerca de Villarejo de Salvanés, donde se produjo un brote de X. fastidiosa.

El método destaca por su «fiabilidad y la rapidez, esenciales en las acciones rápidas de gestión en las zonas de cuarentena».

Además, «los resultados obtenidos con esta técnica de depredadores naturales permiten identificar inequívocamente P. spumarius también en los estadios inmaduros -y no solo en estadio adulto-, distinguiéndolo rápidamente de otras especies estrechamente emparentadas», apunta Esther Lantero.

Este estudio supone «una buena noticia para la agricultura y la economía del Estado. La llegada de la bacteria Xylella fastidiosa a Europa en 2013 ha supuesto un reto para los países mediterráneos productores de aceite de oliva y aceituna de mesa», agrega la nota.

A las enormes pérdidas agrarias se suman «las estrictas medidas de control que incluyen la eliminación de todo vegetal en un perímetro de 100 metros respecto a la planta afectada y los severos tratamientos con productos fitosanitarios a lo largo de toda el área de erradicación, que con esta técnica se minimizarían», concluye la UCM.

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