Tras mucho esperar, la Comisión Europea ha presentado su propuesta para la reforma de la PAC. Y no ha habido que esperar mucho para conocer el análisis que hacen las organizaciones agrarias de esta propuesta. Y este análisis, aunque se reconocen aspectos postivos, no es muy favorable, ya que se destaca que crea más preocupación que tranquilidad, que se olvida del mercado, que cae en viejos vicios del pasado y que no concreta un presupuesto adecuado para desarrollarla.

Cooperativas considera que se olvida del mercado y le pide impulsar y fomentar la organización y concentración del sector productor

Cooperativas Agro-alimentarias de España es consciente de los grandes retos medioambientales a los que se enfrenta la agricultura y la sociedad. Sin embargo, lamenta que el mantenimiento de la rentabilidad de los productores «se limite a la concesión de un pago directo que vendrá condicionado por el presupuesto, se olvide de los instrumentos europeos de gestión de mercado y deje en el aire el reequilibrio de la cadena de valor. Si las explotaciones de los productores no son rentables en el mercado, de donde procede la mayor parte de sus rentas, los agricultores y ganaderos no tendrán la capacidad de hacer las inversiones en innovación necesarias para mantener la competitividad y afrontar la adaptación al gran cambio de modelo productivo y energético que se avecina y que la Comisión ha apuntado como un objetivo fundamental», a seguran en su análisis de la propuesta comunitaria.

Para Cooperativas Agro-alimentarias de España «mirar al futuro es fundamental y para llegar a él es necesario invertir en medidas estructurales que ayuden a alcanzar una mayor eficiencia y compensar el coste de producir bienes públicos que los productores y sus empresas cooperativas producen y que el mercado no remunera».

Por ello, cree que la nueva PAC debe impulsar y fomentar la organización y concentración del sector productor a través de organizaciones de productores de carácter empresarial con el objetivo de reforzar su posición en la cadena de valor agroalimentaria; y diseñar instrumentos de gestión de mercado públicos y privados que ayuden a mitigar la volatilidad de precios. Para Cooperativas Agro-alimentarias de España ambos aspectos «afectan directamente a la rentabilidad de las explotaciones y no pueden dejarse al margen del debate. Los instrumentos financieros y los seguros de cosecha y rentas no están desarrollados ni adaptados al reto de conseguir una actividad productiva rentable y atractiva, por lo que la Comunicación no propone medidas reales de gestión de crisis».

Asaja ve demasiadas incertidumbres en el ambiente y reclama un presupuesto que cubra las necesiades

Para Asaja, en su análisis, esta Comunicación se produce en unos momentos de incertidumbre sobre los resultados de las negociaciones con el Reino Unido para su separación de la UE, y su repercusión en el futuro Marco Financiero Plurianual, en un clima de proteccionismo comercial por parte de una de los Estados Unidos y otras potencias agrícolas, en un contexto de nuevas prioridades políticas como son la política de defensa, la lucha contra el terrorismo y la gestión de las migraciones, y un escenario de volatilidad de los mercados y precios a la baja en la mayoría de los productos agrarios.

Es por tanto «razonable pensar que, hasta que buena parte de estas incertidumbres no estén despejadas, no sea conveniente pensar en una reforma en profundidad de una de las políticas más importantes de la UE, de la que dependen la estabilidad, la seguridad y la garantía de aprovisionamiento alimentario para 500 millones de consumidores europeos».

La organización defiende que la PAC «es y debe seguir siendo una Política eminentemente Común y su estructura debe de seguir estando basada en los dos pilares: pagos directos y medidas de mercado y como segundo pilar políticas horizontales. Son indispensables normas y fondos comunes que garanticen el buen funcionamiento del mercado único europeo y permitan evitar distorsiones de la competencia. La futura PAC debe estar al servicio de todos los ciudadanos y agricultores de la Unión, por lo que la renacionalización de esta política es inaceptable».

Asimismo, advierte de que algunos de los elementos de la Comunicación, relativo a un nuevo reparto de las ayudas dentro de un Plan Estratégico para la PAC, «en donde cada país, dentro de las prioridades europeas, decidiera su modelo de PAC y de distribución de los pagos agrícolas, podría constituir un elemento distorsionador del principio de unidad de mercado».

Finalmente, aboga porque la PAC necesita un presupuesto digno y suficiente para poder cumplir con sus objetivos. La PAC está relacionada con 13 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y es un factor indispensable en la mitigación del Cambio Climático, a la vez que deberá adaptarse a las nuevas condiciones climáticas.

UPA ve que se vuelven a los viejos vicios, rechaza dar más poder a los Estados y defiende los pagos directos

Tras conocer los primeros detalles sobre la propuesta, UPA ha ce su análisis señalando que que la Comisión Europea sigue cayendo en “viejos vicios”, como el “ya clásico mantra” de la simplificación, “cosa que luego es más bien lo contrario”, han asegurado.

UPA ha criticado también que la propuesta vaya en la línea de dar más capacidad a los Estados Miembros para adaptar y personalizar la PAC. Los agricultores españoles creen que esto es “echar balones fuera”, y que esta política “es mejor si es más común”, con reglas iguales para todos los agricultores y ganaderos, que pueda tener en cuenta aspectos específicos nacionales o regionales, pero que no se rompa ese criterio común que debe reinar en el proyecto europeo.

En cuanto a los pagos directos a los agricultores y ganaderos, UPA cree que “son totalmente necesarios” para conseguir los objetivos que persigue la PAC, que no deben ser otros que promover y mantener un sistema agroalimentario “seguro, suficiente y de calidad”.

“Los agricultores y ganaderos europeos queremos seguir siendo proveedores de los alimentos más sanos y más seguros del planeta, además de gestionar la mayor parte del territorio comunitario”, han señalado. “Pero para que sea posible los pagos directos deben seguir”. En caso contrario, lamentan, “el consumidor europeo pasaría a depender de las importaciones de terceros países, cuyos estándares de producción están muy alejados de los nuestros”.

A Unión de Uniones le causa más preocupación que tranquilidad y esperas que sea solo una mera declaración de intenciones

Unión de Uniones afirma en su análisis que la Comisión «repite argumentos y objetivos loables que ya se han visto en presentaciones de reformas anteriores, tales como la adaptación del sector en tiempos de crisis, apoyo a las rentas de los agricultores, simplificación de las cargas administrativas, relevo generacional, refuerzo de las zonas rurales». No obstante, recuerda que sobre esas mismas bases se asienta la PAC actual y se afronta la futura, repitiendo, según señalan desde la organización «un penoso diagnóstico de problemas de renta del sector productor, volatilidad de precios, reparto desequilibrado en las ayudas y disfunciones en la cadena alimentaria».

En este sentido, Unión de Uniones considera que, así como en el pasado la argumentación de unos objetivos acertados para la PAC no se ha traducido en una realidad igualmente acertada de su aplicación, «esta primera comunicación no deja de ser una mera declaración de intenciones a la que le queda aún un largo y difícil recorrido» – han afirmado.

De este primer avance, Unión de Uniones ha mostrado su preocupación por el enfoque de subsidiariedad muy acentuado, en forma de planes estratégicos nacionales, que se otorga a los Estados miembros, por dos cuestiones: por lo que pueda suponer como primer paso a una renacionalización de la PAC y, además, porque el margen de subsidiaridad concedido a los Estados miembros en la PAC vigente no ha sido servido en España para acercar la Política Agraria a los agricultores profesionales, como podría haberse hecho.

Para la organización es un importante elemento de incertidumbre, que ante la imposibilidad de conocer el presupuesto de que dispondrá la PAC hasta que se decida el Marco Financiero Plurianual, la Comisión no haya avanzado, al menos, su orientación sobre los posibles principios básicos de asignación para nutrir esos planes estratégicos nacionales. Se deja a la especulación si se mantendrán criterios históricos de reparto, o se establecerá sobre parámetros objetivos o a demanda de la aplicación nacional de las medidas.

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