El Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad apoyará la creación de una línea de préstamos específica de hasta 50 millones de euros para los agricultores y ganaderos afectados por la sequía que necesiten recurrir a la financiación de sus gastos.

Esta medida ha sido anunciada por el consejero, Joaquín Olona, en la reunión de la Mesa de las Producciones Agrarias, a la que han asistido representantes de las organizaciones agrarias, las cooperativas agroalimentarias, las comunidades de regantes, Ferebro, la Confederación Hidrográfica del Ebro y Agroseguro.

La ayuda consistirá en la financiación del interés de los préstamos al que las entidades bancarias realicen estas operaciones intentando que se aproxime lo más posible a cero, indican fuentes del ejecutivo en una nota de prensa.

La condición indispensable para accerder a estos préstamos es haber contratado algún tipo de seguro agrario

La medida irá destinada exclusivamente a los agricultores profesionales o a explotaciones de la margen derecha del Ebro, donde se han dado los problemas más graves de sequía, fundamentalmente en la provincia de Teruel.

Los beneficiarios de estas ayudas a los préstamos deberán acreditar, por su parte, haber contratado algún tipo de seguro agrario para la explotación.

El consejero ha asegurado que la medida supone un «gran esfuerzo para la administración» al tratarse a de un gasto adicional al presupuesto de la comunidad y que asumirá íntegramente el ejecutivo aragonés.

Por otro lado, el departamento facilitará el cobro anticipado de las ayudas de la PAC de 2017 al agilizar los trámites intermedios con las entidades bancarias, con lo que se podrá pagar el anticipo, que previamente tiene que autorizar la Comisión Europea, en la primera semana de noviembre.

Asimismo, el consejero ha recordado que ya se ha reclamado al Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) la inclusión de la margen derecha del Ebro en el real decreto de ayudas aprobado recientemente.

En el encuentro se ha realizado un análisis del funcionamiento de los seguros agrarios y de sus deficiencias y, en este sentido, el departamento se ha comprometido a llevar a cabo, junto con el sector, un estudio más profundo para detectar e identificar todas aquellas imperfecciones del sistema e ir implementando o impulsando las correcciones precisas.

Olona ha indicado que «la colaboración de las organizaciones agrarias y cooperativas es imprescindible para ello, pero también su corresponsabilidad a la hora de defender una herramienta muy útil para la gestión de las explotaciones y que tiene un fin concreto: solventar problemas coyunturales y sobrevenidos, no dar solución a cuestiones estructurales que precisan otro tipo de tratamiento».

En la provincia de Teruel se espera un descenso del 40 por ciento de una producción normal

Desde el Gobierno recuerdan que el año 2017 se ha caracterizado por su una primavera extraordinariamente seca y calurosa, muy acentuada en los lugares que arrastraban carencia de lluvias, lo que se ha traducido en muy bajos rendimientos en la cosecha de cereal de invierno, incrementados por heladas tardías que también han afectado a frutales y vid. También el pedrisco ha causado daños de relativa importancia.

La producción total de cereal de invierno estará próxima a la media de los últimos 17 años, es decir, dos millones de toneladas, pero en la provincia de Teruel se espera un descenso del 40 por ciento de una producción normal, lo que significa que se han perdido unas 140.000 toneladas o unos 23 millones de euros y que afectará a 6.350 explotaciones.

El secano de las comarcas zaragozanas de Calatayud y Daroca también está «seriamente afectado», con unas mermas en la producción del 40 % y 25 % respectivamente, lo que se puede traducir en 4 y 5 millones de euros de pérdidas en relación a una cosecha normal, afectando a algo más de 2.000 explotaciones que cultivan el cereal de secano.

Como conclusión, en la presente campaña la disminución de producciones cerealistas ha sido desigual territorialmente y afectará al 35 % de las explotaciones de cereal de secano de Aragón, es decir, a unas 8.350 explotaciones situadas en Teruel y en la margen derecha del Ebro, que verán reducir sus ingresos cerealistas de secano en una media de unos 3.830 euros por explotación.

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