La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) ha cifrado las pérdidas del año hidrológico 2016 en un total de 600 millones de euros, una parte de ellas, 355 millones, causadas por los temporales de lluvia de noviembre y diciembre, y 245 millones provocados por la sequía.

Así lo ha manifestado su presidente, Cristóbal Aguado, en una rueda de prensa celebrada para hacer balance del año y pedir a la administración soluciones que estén «basadas en un pacto agrario y en el consenso entre los partidos políticos».

Aguado ha explicado que 2016 fue el segundo año más seco en medio siglo y el cuarto año consecutivo en situación de sequía, con un déficit de lluvias un 40% superior a la media histórica, lo que «obligó a los agricultores a asumir sobrecostes por riegos adicionales y en tratamientos contra plagas».

La pérdida de rentabilidad en el sector dentro de la Comunitat Valenciana se cifra en un 20%

A finales de año, el presidente de AVA ha destacado la incidencia de las tormentas de pedrisco y las lluvias torrenciales, que afectaron a más de 4.000 hectáreas y provocaron la pérdida del 40 % de la producción de mandarinas de media estación y del 30 % de las naranjas navelinas.

A ello se une la situación de los precios agrícolas en la Comunitat, que aumentaron un 12 %, la cifra más elevada en toda España, mientras que la pérdida de rentabilidad en el sector se cifra en un 20 %.

Asimismo, Aguado ha encontrado «preocupante» que solo un 50 % de las cosechas estuvieran aseguradas en 2016, así como las hectáreas de tierras de cultivo abandonadas, que ascienden a 165.000 y que, ha augurado, podrían ir en aumento en 2017.

Por ello, el presidente de AVA ha reclamado «medidas urgentes» a la Administración, y ha pedido «que se haga la promoción necesaria con los fondos regionales y europeos», mayor implicación política frente a los robos en los campos e inversiones en el IVIA.

«Es importante que en la Comunitat exista una vertebración de la sociedad en torno a la agricultura, con partidos, asociaciones y sindicatos que representen al sector», ha reivindicado Aguado, que ha criticado que la «política asamblearia» provoca que los gobernantes «vean que existe tanta diversidad que les deje las manos libres para hacer lo que les da la gana».

Agricultura ecológica: «Se emprende un camino sin sentido de la equidad ni del interés de los agricultores»

A su juicio, la Conselleria de Agricultura corre el peligro de emprender un camino «sin sentido de la equidad ni del interés de los agricultores», algo que ha atribuido a la influencia de los «iluminados», cargos políticos que «no pisan la realidad».

En este sentido, ha criticado que la Generalitat haya invertido 80 millones de euros solamente en agricultura ecológica, algo que es, a su juicio, «fruto de una visión estrecha que arrincona al resto de la agricultura sostenible».

Ha lamentado que en normas como el Plan de Acción Territorial de Ordenación y Dinamización de la Huerta de Valencia, «sobran hojas de medidas penalizadoras y faltan hojas de medidas incentivadoras».

También ha criticado el «maltrato» del Gobierno central a la agricultura valenciana y ha denunciado que el Ejecutivo actual «no ha hecho ninguna obra hidráulica».

Se ha referido a la política agraria de la Unión Europea, con la que «siempre pierden los países del sur», y ha denunciado la «insolidaridad» de las instituciones comunitarias, a las que «importan más los intereses de fuera que los de dentro».

A preguntas de los periodistas sobre el descenso del paro en el sector agrícola valenciano, según los datos publicados, ha recordado que en la Comunitat «existe escasez de mano de obra» y que el descenso «tiene que ver con la campaña global de trabajo».

«La Comunitat Valenciana es una potencia agraria, que, pese a la crisis, mantiene su capacidad productora y exportadora», ha concluido y ha asegurado que existen «muchas oportunidades» para que la agricultura valenciana «ocupe el lugar que le corresponde».

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