Quizás de una forma tangencial, aunque con afirmaciones que van más allá de un simple enfado, lo cierto es que la tensión que se vive en España por todo el tema de la posible declaración de independencia de Cataluña está empezando a afectar al campo español.

El primer toque ha llegado de la Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Almería (Coexphal), que ha reclamado protección y amparo para los camiones que partían desde la provincia almeriense cargados con frutas y hortalizas en su tránsito por Cataluña, especialmente en este martes día 3, cuando había convocada una huelga general.

Y aunque la preocupación es lógica, ya que «los envíos al exterior se están viendo afectados por los cortes de las vías de comunicación, dado el paso obligado por la región catalana», cuando se empieza a hablar de que los envíos «se han reducido o paralizado por la huelga general convocada coactivamente y con apoyo del Gobierno autonómico» el tono que se utiliza ya no es tan ‘comercial’ sino que tiene un tinte más político.

Como lo es solicitar amparo y la protección a los envíos desde Almería y mostrar el apoyo al Gobierno de España para que se «restituya lo antes posible el marco jurídico Constitucional, el Estado de Derecho y la estabilidad social».

Una declaraciones que son un reflejo (se compartan o no, eso cada uno decide) de la tensión que se vive en estos momentos.

Pero también hay que reconocer que por parte de los agricultores catalanes no se ha mostrado precisamente mucha ‘solidaridad’ con estos envíos. Y si alguien sabe lo que representa para la calidad de estos productos agroalimentarios una huelga, una protesta, como por ejemplo ha pasado en Francia muchas veces, son los agricultores catalanes, que las han sufrido en sus carnes en demasiadas ocasiones.

Pero ellos creen (y cada cual es libre de creer, decir y actuar en función de sus ideas) que esta huelga estaba justificada y han sido protagonistas muy especiales en las protestas, colaborando activamente en los cortes de carretera y en las manifestaciones con sus tractores.

Insisto. Todo el mundo es libre de pensar lo que quiera. Los del campo de Almería y los del campo de Cataluña. Eso sí, solo espero que si luego la tensión va a más y los camiones cargados de fruta catalana son los que se quedan parados asuman que no se trata de nada personal. Será solo un ejemplo de libertad, similar al que ellos han defendido y realizado.

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