Ante las informaciones que han dado a conocer diversos medios de comunicación y que reflejan el maltrato a los animales  realizado en un matadero de Ávila, la Asociación de Industrias de la Carne (ANICE) condena rotundamente estas prácticas y recuerda que la industria cárnica española se rige por estrictas normativas europeas que garantizan el correcto tratamiento a los animales. De igual forma, desde COAG CyL se lamentan los sucesos y se piden medidas para erradicar estas prácticas.

ANICE quiere expresar su rechazo hacia el incumplimiento de la normativa y recuerda que este caso de maltrato de los animales realizado en un matadero no responde a la realidad del sector, una industria compuesta por más de 3.000 empresas «que se esfuerzan día a día por ofrecer a los consumidores productos cárnicos de calidad, seguros y producidos con elevados estándares de bienestar animal».

Además de operar bajo las normativas europeas, de las más completas y exigentes del mundo, la industria cárnica española recuerda que se trabaja en protocolos de bienestar animal que van más allá de estas normas y que están certificados por entidades de control independientes.

Además, y para evitar que situaciones de este tipo se repitan en el futuro, ANICE insta la implantación de cámaras de vigilancia en los mataderos, a fin de detectar y atajar las malas prácticas que puedan producirse.

Esta medida facilitará un mejor control por parte de los inspectores veterinarios que se encuentran permanentemente en los mataderos y cuya misión es vigilar el cumplimiento de la legislación. Con el fin de facilitar el trabajo de estos inspectores, ANICE planteará una modificación legal que obligue a las empresas a poner estas grabaciones a disposición de los inspectores y evitar así casos como el de este maltrato de los animales realizado en un matadero.

ANICE manifiesta su apoyo a las autoridades sanitarias en los mataderos y su disposición a introducir cuantas mejoras sea necesario para facilitar su labor y la capacidad de supervisión de las instalaciones.

Coag exige rigor y medidas con todos los instrumentos legales para erradicar de manera total y completa estas prácticas

Por su parte, COAG-Castilla y León ha mostrado también su repulsa ante determinados casos puntuales de trato vejatorio hacia los animales en el momento de ser sacrificados, «añadiéndoles un sufrimiento innecesario por parte de operarios poco o nada profesionales, como se puede apreciar en imágenes difundidas recientemente por redes sociales y medios de comunicación».

COAG exige rigor ante casos de malas prácticas como el denunciado en un matadero de esta comunidad y que se actúe con todos los instrumentos legales que corresponda con el fin de erradicar de manera total y completa unas prácticas que dañan enormemente la imagen de todo un sector. «Precisamente es el interés como sector el que nos empuja a condenar con dureza estos hechos, porque no caben ni el silencio ni el ponerse de perfil ante salvajadas que solo añaden más gasolina a la hoguera que amenaza al sector cárnico. El sector en su conjunto, y nosotros como ganaderos somos un eslabón principal del mismo, somos los primeros interesados en que se limpie cualquier sombra de duda sobre el cumplimiento riguroso de todos los requisitos legales y de buenas prácticas en cada uno de los pasos, desde la producción, la transformación hasta la distribución», señala la organización.

De igual forma, y pese dejar claro su rechazo a este maltrato de los animales realizado en un matadero, COAG rechaza que colectivos extremistas autodenominados “animalistas” utilicen un caso puntual para degradar y desprestigiar al conjunto del sector cárnico. Un desprestigio cuyas consecuencias acabará pagando, como siempre, el eslabón más débil de la cadena: los ganaderos.

COAG-Castilla y León recuerda que esta Comunidad tiene una importantísima cabaña ganadera «en la que se ocupan miles de activos que no se deslocalizan; trabajadores que viven y ocupan el medio rural porque han de estar donde está el ganado. La contribución de los sectores ganaderos a la Renta Agraria regional alcanzó en 2018 los 2.998 millones de euros, destacando el porcino con 1.096 millones y el vacuno, con 647 millones de euros».

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