La cosecha de cereales de invierno en Castilla y León será un 3 por ciento superior a la media de la última década, con casi 6,2 millones de toneladas, con las provincias de Burgos, Valladolid y Palencia como las mayores productoras. La campaña de cereales comenzó en Castilla y León con un mes de octubre extremadamente cálido en la mayor parte de la Comunidad, y muy seco, con un déficit de precipitación del 80 % respecto a la media mensual, que afectó a las siembras.

En noviembre continuó la falta de lluvias, que fueron un 50 % inferiores a las habituales. Diciembre fue un mes de temperaturas normales y precipitación desigual. Esto llevó consigo un retraso en el desarrollo del cultivo.

Enero fue un mes cálido, con temperaturas medias por encima de lo esperado y con lluvias normales en gran parte de Castilla y León. No hubo déficit de precipitaciones respecto a un mes normal.

El invierno ha continuado con un febrero muy frío y húmedo. Las precipitaciones de ese mes han sido un 45 % por encima de lo habitual, si bien todavía no compensaron el déficit del año hidrológico. Esta situación se extendió a marzo, que fue muy frío, muy húmedo, ventoso y con muchos días de nieve, especialmente en las provincias de Segovia, Soria y León. La precipitación recogida en el mes equivale a la que se registra de promedio en el primer trimestre del año, lo que ha compensado el déficit hídrico del año. El resto del año ha sido cálido y húmedo, con un 40 % más de agua, lo que ha benefiiado a la cosecha de cereales.

Las abundantes lluvias de 2018 han permitido una mejora notable en el desarrollo del cultivo y han permitido un ahijamiento normal. Estas buenas condiciones han facilitado una fase de encañado adecuado y por lo tanto unas buenas condiciones para el espigado.

lA Superficie de cereales SE INCREMENTÓ UN 3% RESPECTO A LA PASADA CAMPAÑA

Al margen de la cosecha de cereales, la superficie de grano se presenta esta campaña con 1.883.000 hectáreas, un 3% más que el año pasado.

El trigo, con 879.000 hectáreas, continúa su tendencia creciente, aumentando un 2%, y siendo el cereal más sembrado, con un 47 % de la superficie. La cebada es el segundo cereal, con 763.000 hectáreas. Excepto Burgos y Segovia, donde las superficies se mantienen, en el resto de provincias se aprecia un incremento de la superficie de cereal, destacando León, con un 15 % más, Salamanca, un 7 % más, y Zamora, un 5 % más.

En la situación actual es previsible una cosecha superior a la media, aunque inevitablemente, la producción final dependerá de la presencia de lluvias y temperaturas suaves en lo que resta de mayo y durante junio.

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