Ginés Mena / Efeagro

El aceite de oliva despide el año con buenos precios en origen -aunque con tendencia descendente desde el inicio de la campaña- y una fuerte demanda internacional, que contrasta con el descenso continuado de la interna durante los últimos meses, debido a la trasferencia de consumo al girasol.

El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) hace balance del sector y constata que el «oro líquido» se vende cada vez más fuera de nuestra fronteras.

El descenso de la demanda interna en el aceite de los «olivas» es evidente y así lo muestran los últimos datos de los envasadores

La campaña 2016-17 (de octubre de 2016 a septiembre pasado) se saldó con nuevo récord de facturación -el valor supera en más de 600 millones de euros la campaña anterior-, mientras que, en volumen, se alcanza la segunda cifra más alta de exportación, después de la 2013/14.

Se observa un incremento de los volúmenes exportados a Italia (+30 %) respecto a la campaña 2015-16; en terceros países, destacan los aumentos producidos a Australia (+15%), Brasil (+6 %) y Japón (+5 %), si bien hubo un retroceso de las salidas a China (-20 %), Rusia (-18 %) y EE.UU (-6 %).

La tendencia continúa y la comercialización global durante los dos primeros meses de la nueva campaña 2017-2018 (octubre y noviembre de este año) se mantiene fuerte –con una ligera caída del 3%-, gracias al buen comportamiento del mercado exterior.

Y es que las exportaciones, con datos todavía provisionales para el mes de noviembre, se estiman en 153.700 toneladas, con un aumento del 4% respecto a la campaña anterior, unas estadísticas que contrastan con el mercado interior que, con 63.600 toneladas en el mismo período, se derrumban el 17 % interanual.

El descenso de la demanda interna de los «olivas» es evidente y así lo muestran los últimos datos de los envasadores adheridos a la patronal Anierac, que vendieron algo más de 274,79 millones de litros de estos aceites -entre vírgenes y refinados- en los once primeros meses del año, lo que supone una fuerte caída del 13,67 %, a falta tan sólo de diciembre para cerrar el 2017.

Al mismo tiempo, el aceite de girasol, su principal rival, se dispara el 21,52 %, hasta alcanzar los 278,66 millones de litros en total.

En los dos primeros meses de campaña 2017-2018 (octubre y noviembre), las salidas de los aceites de oliva fueron de 53,88 millones de litros, un 5,35 % menos en tasa interanual, con descensos de las ventas de vírgenes (-24 %) y «suaves» e «intensos» (-6,5 % y -28 %), aunque repuntó la del virgen extra (+16,4 %).

Las previsiones de la campaña de recolección actual no son muy buenas y tampoco hay perspectivas de que la próxima sea mejor

A nivel agronómico, la producción de aceite acumulada (octubre y noviembre) asciende a 221.100 toneladas, resultado de la molturación de casi 1,24 millones de toneladas; el volumen total de existencias se sitúa en 325.500 toneladas, según datos oficiales.

Las organizaciones agrarias remarcan que las previsiones de la campaña de recolección actual no son muy buenas y tampoco hay perspectivas de que la próxima sea mejor porque apenas ha llovido en las zonas productoras del sur de España y pesará la sequía.

Así lo recuerda el secretario general de UPA-Andalucía, Miguel Cobos, quien considera que habrá una cosecha «corta» y la próxima será «más complicada» aún, porque los secanos estarán peor por la falta de lluvias y hay poca agua embalsada.

En el caso de Andalucía, primera productora, se ha previsto un descenso del 16 % en la producción con respecto a la campaña pasada, hasta las 884.900 toneladas, mientras que en el conjunto de España la caída será del 15 %, estimándose 1.090.000 toneladas, indican desde Asaja-Jaén.

En cuanto a los precios en el aceite, los agentes comerciales salían este viernes 29 a comprar vírgenes extra desde 3,474 euros por kilo; vírgenes desde 3,426 euros y lampantes a partir de los 3,372 euros, según recoge hoy el observatorio de precios de Infaoliva.

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