La cooperativa de aceites y frutas de Cebolla (Toledo), localidad próxima a Talavera de la Reina, se encuentra en estos momentos en plena campaña de recogida de higos y acumula por día algo más de 20 toneladas de fruto, casi la mitad que el año pasado por culpa del calor. Sin embargo, este cultivo representa una ayuda extra para muchas familias con higueras de la zona.

Según ha explicado a Efe el gerente de la citada agrupación, Diego Fernández, en algunas jornadas han llegado a los 25.000 kilos, aunque ha precisado que estas cifras son más bajas que las registradas en anteriores ejercicios por culpa de las altas temperaturas.

En este sentido, Fernández ha indicado que el higo es un fruto «peculiar» porque «no soporta bien las temperaturas altas», debido a que, tal y como ha señalado, la subida de los termómetros corta la maduración.

Esperan una cosecha de entre un cincuenta y un sesenta por ciento inferior a la de 2016

Por este motivo, han tenido que comenzar la recogida mucho antes que en ejercicios pasadas, de tal manera que a principios de agosto ya se estaban recolectando las higueras, repartidas no sólo por Cebolla, sino también en los municipios cercanos de Lucillos, Montearagón o Los Cerralbos.

El gerente de la cooperativa ha avanzado que cuando concluya la campaña, a comienzos del próximo mes de septiembre, esperan contabilizar una cosecha de entre un cincuenta y un sesenta por ciento inferior a la de 2016.

No obstante, ha asegurado que el higo es un producto con mucha demanda, por lo que el procedente de la cooperativa cebollana volverá a tener un hueco importante en el mercado madrileño para la elaboración de mermeladas, confituras o congelados.

También ha apostillado que los higos secos, aquellos que ya se recolectan cuando el fruto está en el suelo, se comercializan en su gran mayoría entre empresas conserveras localizadas en la comarca cacereña de La Vera.

Respecto a los mercados internacionales -sobre todo países europeos como Francia, Suiza o Italia-, Diego Fernández ha declarado que este año la distribución será menor debido a la merma que experimentará la cosecha final.

La bajada de producción coincidirá con el mantenimiento de la demanda pero no con la subida del precio del higo porque, según ha resaltado, en los grandes mercados nacionales la fruta con hueso está más barata, al igual que ocurre con los melones y las sandías.

Su cultivo se ha convertido en una fuente de ingresos extra para muchas familias con higueras de la zona


Según datos de la empresa pública Mercasa, la semana pasada el kilo de higos en Mercamadrid se movía entre los 2,50 y los 2,15 euros, mientras que la sandía no superaba los 0,22, los melocotones estaban a 1,30 y el melón a 0,35 euros.

A pesar de todo, la campaña de este verano volverá a ser una fuente de ingresos extra para muchas familias con higueras en Cebolla, Lucillos, Montearagón o Los Cerralbos, especialmente para propietarios de explotaciones pequeñas.

En relación con este punto, Fernández ha dicho que la crisis de la construcción y el cierre de una de las empresas más importantes del sector afincada en Cebolla -la firma ‘Emiliano Madrid’- ha motivado que sean muchos los vecinos que vuelvan a mirar al campo para buscarse un sustento.

«No son muchos los que se dedican a ello plenamente, pero para la gran mayoría es una ayuda extra», ha explicado el gerente de la agrupación agrícola, que cuenta con 700 socios y que también centra su actividad en la recogida de aceituna, almendras o ciruelas.

De hecho, la cooperativa lleva un tiempo inmersa en un proceso de mejoras y crecimiento, dado que en 2014 realizó una inversión de 600.000 euros para modernizar sus instalaciones y ahora prevé crear una marca de calidad para diferenciar los higos de la zona.

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