La inestabilidad meteorológica, la variabilidad de los actuales fenómenos atmosféricos y la creciente virulencia con la que estos se producen son condiciones climatológicas cada vez más frecuentes. El pedrisco, aunque se trata de un riesgo característico de nuestra climatología, se ha convertido en los últimos años en uno de los fenómenos más destacados, llegando a provocar pérdidas y daños cuantiosos para la agricultura en España.

Habitualmente, estos episodios se han sucedido de forma muy acotada y localizada, pero ahora se están sumando a la generalización, es decir, se producen en áreas cada vez más extensas y con mayores grados de intensidad.

En la campaña anterior, el pedrisco alcanzó su récord de siniestralidad de la última década, con daños en más de 671.000 hectáreas por valor de 300 millones de euros. Esta cifra supone el 40% del conjunto de la siniestralidad para el ejercicio 2018, que superó los 755 millones de euros, siendo, hasta la fecha, el segundo peor año de la historia del seguro agrario.

Por cultivos, los frutales fueron los principales afectados, con 190 millones de euros de siniestralidad y casi 40.000 hectáreas dañadas, especialmente en Aragón y Cataluña.

Estos datos reflejan cómo el pedrisco se ha convertido en uno de los eventos climáticos que acapara mayor porcentaje de siniestros e indemnizaciones. Esto se explica porque, al ser un riesgo sistemático, ocurre todos los años y está cubierto en todas las líneas de seguro.

El seguro agrario se consolida como la mejor herramienta de gestión de riesgos

Agroseguro es consciente de las dificultades que provoca la elevada siniestralidad en los agricultores.

Por eso, en este escenario meteorológico marcado por la inestabilidad, trabaja día a día –junto con el resto de actores que intervienen en el sistema- para que el seguro agrario se consolide como una pieza básica, fundamental y de gran utilidad en el mundo agrario y para convertirlo, en definitiva, en un instrumento que repercuta de forma beneficiosa en toda la sociedad.

En este sentido, a lo largo de cuatro décadas, el actual sistema español de Seguros Agrarios Combinados se ha consolidado como el mejor instrumento para la gestión de riesgos, contribuyendo en gran medida al sostenimiento de las rentas agrarias.

Apuesta por la tecnología

El desarrollo de herramientas que permiten realizar tasaciones rápidas y eficaces ha sido clave para responder a las necesidades de agricultores y ganaderos durante la gestión de los riesgos. Desde Agroseguro, se han desarrollado distintas soluciones digitales, basadas en sistemas de información geográfica y pioneras en el sector asegurador, que permiten conocer al detalle la situación de las parcelas.

Asimismo, la Agrupación ha apostado por el desarrollo de aplicaciones que permiten convertir los datos e informes de las tasaciones en formatos dinámicos de visualización avanzada, que mejoran la calidad, el seguimiento y la gestión de la información, así como la toma de decisiones.

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