El ponente del Parlamento Europeo (PE) sobre las modificaciones en curso de la Política Agrícola Común PAC), Paolo de Castro, confía en que las normas sobre las ayudas a los pastos en 2018 recojan las demandas de España y reconozcan en el cálculo de ayudas especificidades como la dehesa.

El eurodiputado italiano subraya, en una entrevista con Efeagro, que hay posibilidades para que prosperen las peticiones españolas sobre la definición de pastos dentro de la negociación del Reglamento Ómnibus, que debaten las instituciones de la Unión Europea (UE) y que incluye cambios sobre la PAC.

El Reglamento Ómnibus es «una oportunidad única» para introducir en la PAC ajustes «sin tocar el presupuesto»

El informe que está ahora sobre la mesa en la Eurocámara recoge enmiendas de eurodiputadas españolas -PP y PSOE- para que al denominar los «pastos permanentes» se reconozca la especificidad del bosque mediterráneo y de ecosistemas como la dehesa. Dicho reconocimiento influye en el coeficiente de «admisibilidad» que determina los beneficiarios de las ayudas.

La Comisión de Agricultura del PE ha aprobado esta enmienda, junto a un centenar más, en un informe que -una vez ratificado por el Pleno- pasará a ser negociado con el Consejo de la UE (Gobiernos); De Castro confía en que «salga adelante todo el paquete» y se aplique en 2018.

Pese a estas declaraciones, cabe recordar que esde la Unión de Extremadura se aseguró que si bien la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo aprobó el 3 de mayo la inclusión de los pastos mediterráneos dentro de la definición de pastos permanentes, dicha Comisión también ha publicado una comunicación de fecha 12/05/2.017 en el que informa de las modificaciones que ha propuesto la CE y las enmiendas aprobadas en el Parlamento Europeo de cara al Reglamento Onmibus donde no se varía la definición anterior de pastos, por lo que cerraría la puerta a que se pueda considerar como superficie de pastos las situadas en la dehesa o en el monte mediterráneo.

El europarlamentario socialista -vicepresidente de la Comisión de Agricultura del PE- recalca que el Reglamento Ómnibus es «una oportunidad única» para introducir en la PAC ajustes que la simplifiquen y favorezcan al agricultor o ganadero «sin tocar el presupuesto».

Entre ellos, destaca instrumentos frente a crisis de mercados -como mutuas o seguros de rentas- o un empuje para que cambien las leyes de Competencia de la UE, con vistas a combatir las «malas prácticas» y a que el agricultor tenga más poder de negociación frente a industrias o distribución.

División de opiniones entre los países para unas reuniones que comenzarán en julio para cerrarse en octubre

De Castro afirma que esta negociación puede ser un «precedente» para la gran reforma de la PAC que se avecina y que se aplicará después de 2020; el problema, a su juicio, está en que «muchos ministros (de Agricultura) no están de acuerdo» con el alcance de las propuestas y «habrá que convencerlos».

Respecto al calendario, explica que el PE aprobará su posición -posiblemente la próxima semana-; en julio, empezarán las reuniones a tres bandas (con la Comisión Europea y el Consejo de Ministros de la UE), con el fin de que haya acuerdo en octubre y los países tengan tiempo para que el Ómnibus entre en vigor en 2018.

En su opinión, muchos agricultores están de acuerdo con esta revisión por implicar la simplificación de la burocracia o el «greening» de la PAC (condiciones ambientales para las ayudas).

Otro punto de discusión es la definición de «agricultor activo», pues el PE quiere que no se toque, porque «ya hubo muchos debates en la última reforma sobre aquello de que las ayudas beneficiaban a los campos de golf», pero la CE pretende más flexibilidad.

Sobre el temor de recortes de los fondos agrícolas a causa del «brexit», cree que serán «menores de lo que la gente dice».

En ese sentido, recuerda el llamado «cheque británico», en vigor desde 1984 y negociado por la entonces primera ministra Margaret Thatcher, como fórmula para compensar a ese país por los escasos fondos agrícolas que recibía, lo que ha supuesto un pago «año tras año» de fondos al Reino Unido.

No obstante, admite que habrá una descompensación para el presupuesto de la UE de 6.000 o 7.000 millones de euros, pero esa merma «debería reflejarse» en todas las políticas y no solo en la PAC, pues no es comprensible «que el agricultor pague el ‘Brexit».

(Texto: Mercedes Salas / Efeagro)

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