Pese a que el sector continúa sin acabar de entender por qué los precios del aceite de oliva siguen sin subir, lo cierto es que las cotizaciones se mantienen a la baja y no acaban de dar ninguna alegría. De hecho, esta semana pasada, según fuentes de Oleoestepa, los precios en origen del aceite de oliva bajaron en un mercado que mantiene su tónica de calma, posiblemente por la elevada oferta existente en estos momentos en el propio mercado, cuando ya se van cerrando algunas almazaras dando por terminada la recolección.

Respecto a los precios, las citadas fuentes dan cuenta de operaciones con aceite lampante a 2.200 euros (frente a los 2.250 euros de la semana anterior). El aceite virgen se pagó a 2.350 euros (2.450 euros, la semana anterior) y el extra a partir de 2.700 euros (2.800, la anterior).

Por su parte, el sistema de información de precios en origen del aceite de oliva, Poolred, de la Fundación del Olivar, en el período del 9 al 15 de febrero, registró bajadas en lampante y en virgen, mientras que el extra dio la mayor alegría con una sensible subida. El precio medio en lampante se fijó en 2.090 euros (frente a los 2.126 euros de la semana anterior), el virgen a 2.333 euros (2.339 de la anterior) y el extra a 2.675 euros por tonelada (frente a 2.586 euros).

Por su parte, según el último Informe semanal de Coyuntura del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para la sexta semana, que va del 4 al 10 de febrero, se registró diferente comportamiento en los precios medios de los aceites de oliva, con un cierto  predominio de los descensos en aceite de orujo refinado (-1,66%), aceite lampante (-0,65%) y aceites virgen y refinado con (-0,33%). La única alegría llegó dell aceite de orujo crudo incrementa su precio un 0,52% y el virgen extra un 0,09%. El aceite de girasol refinado también sube un 0,12%.

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