Durante el amplio programa de las II Jornadas de Almendral de aceite de oliva y olivar ecológico han sido analizados diversos puntos de especial interés; en una de las conferencias, la pronunciada por Juan Vilar, y que llevó por título ‘El reto de la olivicultura internacional ante la perspectiva futura de rentabilidad’, ha sido analizada la tendencia y evolución del sector, así como, los efectos que ello traería a la olivicultura tradicional con el incremento de la superficie del olivar superintensivo, que alcanzara el 23% en 2030.

Según Vilar en la actualidad, hay plantadas en el mundo 11,6 millones de hectáreas de olivar en 57 países de los 5 continentes, siendo el mayoritario de los cultivos el tradicional; de mantenerse la actual tendencia de crecimiento de cultivo, cada año en unas 153 mil hectáreas, y la transformación, del orden de 100 mil hectáreas por ejercicio.

Para el año 2030, la distribución mundial de la superficie de olivar, que ascendería a 13,3 millones de hectáreas quedaría conformada de la siguiente manera, olivar tradicional 55%, olivar intensivo 22%, y olivar superintensivo 23%, ello generaría una caída de renta para el olivar tradicional, pues toda intensificación sectorial genera un incremento del nivel de competencia, lo que lleva aparejado una caída de márgenes.

Para Vilar, las estrategias claras de aplicación para el olivar tradicional, son la diferenciación positiva hacia la búsqueda de la singularización, la trasformación donde sea posible, y la integración productiva en la búsqueda de escala y tamaño.

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