Manu Garro / Coordinador agroinformacion.com

La ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, tiene claro que si las Comunidades Autónomas quieren cambiar las ayudas asociadas a la PAC pueden hacerlo, pero que deben ser ellas las que se pongan de acuerdo en cómo hacerlo. En una entrevista para agroinformacion.com, la titular del Magrama defiende la labor «y la vocación agraria» del Gobierno del PP ante las elecciones, ve «prematuro» abordar una reforma profunda de la PAC en Europa y aboga por «simplificar» su funcionamiento,

1.- ¿En qué ha perjudicado al sector agrario el parón político con el retraso en la formación de Gobierno y la convocatoria de nuevas elecciones?

Creo que un período tan prolongado como el que hemos vivido, sin poder formar Gobierno desde que el pasado mes de diciembre el Partido Popular ganase las elecciones, no favorece al sector agrario y al conjunto de la economía. Aunque el Gobierno en funciones siga desempeñando sus tareas como ha venido realizando durante estos cuatro años, la falta de capacidad  para adoptar iniciativas políticas, supone un retraso en la culminación del trabajo de toda una legislatura.

Una Legislatura que se ha desarrollado en  un periodo muy complicado en la historia de la democracia española, con una crisis económica profunda y durante la cual, el Gobierno no ha dejado de trabajar para introducir reformas e implementar medidas en todos los ámbitos, que han permitido a España recuperar la senda del crecimiento económico y la generación de empleo.

«este Gobierno ha demostrado tener una enorme vocación agraria, y ha trabajado durante estos cuatro años para mejorar la renta de los agricultores y ganaderos»

En particular, este Gobierno ha demostrado tener una enorme vocación agraria, y ha trabajado durante estos cuatro años con el objetivo de mejorar la renta de los agricultores y ganaderos. De esta forma, el Gobierno consiguió para España 47.000 millones de euros en la reforma de la Política Agrícola Común, que garantiza la renta de los agricultores hasta 2020. Y en el ámbito nacional, ha puesto en marcha medidas tan importantes como la ley de mejora de la cadena alimentaria y la ley de integración cooperativa, que van a servir para que el sector agroalimentario gane en dimensión y tenga mayor poder negociador.

2.- Ante el nuevo periodo electoral que se iniciará tras el 26-J, ¿qué cambios necesitaría el campo y la agroindustria española?

Permítame, en primer lugar, decirle algo que no necesita cambiar, que necesita conservar y es el papel central en la Agenda de Gobierno que se le ha concedido durante los últimos cuatro años.

Para este Gobierno, desde el momento en que accedió al poder, el sector agroalimentario ha sido, uno de los elementos clave, no solo por su importancia vital para nuestra economía sino para el conjunto de la sociedad y para el medio ambiente. Se trata de un sector estratégico que ha contribuido de manera notable a la recuperación económica pero que además, desempeña un papel social y medio ambiental insustituible y que cuenta con un gran futuro. En cuanto a su importancia económica solo quiero recordar que  este sector, incluyendo la producción primaria (agricultura, ganadería y silvicultura), la transformación (industria de la alimentación y bebidas) y la distribución comercial, genera un valor añadido de 87.500 millones de euros, supone el 9% del PIB y genera en torno a 2,3 millones de empleos.

Por ello, su fortalecimiento y vertebración han sido los ejes de actuación de este Gobierno, que ha trabajado para desarrollar todas sus capacidades.

«En el conjunto de España, 13.113 jóvenes se han incorporado al sector durante los últimos ocho años y confiamos en otros 15.000 nuevos en siete años»

MINISTRA ENTREVISTA 2Además, es un sector con vocación internacional, con unas exportaciones que en 2015 alcanzaron un nuevo récord, situándose en los 44.065 millones de euros pero estoy totalmente convencida de que el sector agroalimentario todavía tiene margen para desplegar todo su potencial y alcanzar mayores cuotas de mercado en un mundo cada vez más globalizado, siempre que cuente con los instrumentos necesarios, en esa línea continuaremos trabajando como hemos hecho hasta ahora.

Otro elemento fundamental  es continuar favoreciendo la incorporación de los jóvenes a la actividad agraria y potenciando el papel de la mujer en el campo. En el conjunto de España, 13.113 jóvenes (9.288 hombres y 3.825 mujeres) se han incorporado al sector durante los últimos ocho años (2007-2014). Y confiamos en que, por lo menos, 15.000 nuevos agricultores lo hagan en los próximos siete años.

Para logarlo continuaremos implementando medidas como las ayudas a la primera instalación, concesión de derechos de la reserva nacional del Pago Base, ayudas en condiciones especialmente ventajosas, acceso a la desgravación fiscal y acceso al crédito.

Por supuesto otro de los elementos en los que hay que continuar trabajando es en mejorar el funcionamiento de la Cadena Alimentaria, algo que ya hemos hecho con la Ley 12/2013 cuyos efectos positivos con ya claramente apreciables.

3.- ¿El mundo rural y el agrario es el gran olvidado del debate político en este país?

MUNDO RURALDesde luego no para el Partido Popular. Como decía, cuando llegamos al Gobierno colocamos al sector agrario en primera línea de la Agenda Política del Gobierno. De hecho, lo primero que hicimos y que no solo tiene un carácter simbólico, fue recuperar para este Ministerio el nombre de agricultura, que se había perdido.

«cuando llegamos al Gobierno colocamos al sector agrario en primera línea de la Agenda Política del Gobierno y recuperamos el nombre de agricultura»

Después de esto nos dedicamos a negociar en Bruselas una reforma cuyas propuestas no eran acordes con los intereses españoles y, precisamente por la importancia política que se le dio al debate, se consiguió reorientar totalmente el resultado de la misma.

Y esa importancia política se ha mantenido en el plano interno en contactos y negociaciones tanto con las Comunidades Autónomas como con los distintos agentes sociales en todos los procesos desarrollados por el Ministerio y eso es lo que pretendemos seguir haciendo, seguir manteniendo al sector agroalimentario en el lugar que le corresponde.

4.- Se ha mostrado en las últimas semanas contraria a una modificación de la PAC, salvo en aspectos de agilización burocrática ¿Es tan buena que no merece ni tocarla o tiene miedo de que Europa aproveche la ocasión para recortar las ayudas?

PACComo es de sobra conocido por todos, que la PAC es una política que no ha dejado de cambiar desde sus orígenes adaptándose a las necesidades de los consumidores, a las consecuencias de su propio desarrollo o a los compromisos adquiridos en los distintos foros internacionales, por lo que se ha dicho que es una política en continua evolución.

«reabrir el proceso de reforma en el primer año de la PAC es prematuro, ya que en estos momentos lo más conveniente es ofrecer estabilidad a los productores»

No obstante, considero que reabrir el proceso de reforma en el primer año de aplicación de la PAC es prematuro, ya que en estos momentos lo más conveniente es ofrecer estabilidad a los productores. Nosotros somos más partidarios de simplificar su aplicación, para mejorar la vida de los agricultores y a las administraciones, pero no de reabrir un debate político, lo que no quiere decir que no puedan analizarse tendencias de futuro.

En cualquier caso me gustaría puntualizar que la iniciativa de reformar la Política Agrícola Común (PAC) no depende del Ministerio de Agricultura sino que le corresponde a la Comisión Europea, cuando considere que se dan las condiciones para ello.

5.- Últimamente, en especial desde Andalucía, se oyen voces que piden cambios en las ayudas asociadas y que se incrementen las partidas y productos beneficiados hasta el máximo permitido por la CE. ¿Ese debe ser el camino o es un error?

OLIVAREn primer lugar quisiera subrayar que los agricultores y ganaderos de Andalucía serán los que van a recibir más ayudas de la Política Agrícola Común, gracias en gran medida al trabajo que desplegó el Gobierno en la negociación de su reforma para defender los intereses de la agricultura española y, en particular, de la agricultura de Andalucía.

«el diferencial entre la ayuda media entre Andalucía y el resto de España ha mejorado en 18 puntos porcentuales»

Déjeme señalar que el diferencial entre la ayuda media entre Andalucía y el resto de España ha mejorado en 18 puntos porcentuales. Antes de la reforma, la diferencia de ayuda entre Andalucía y el resto de España era de un 142% y ahora la diferencia es de un 160%.

En particular, en las negociaciones de la reforma se evitó la tasa plana, lo que hubiera supuesto una pérdida de casi 450 millones de euros anuales. En Andalucía, la tasa plana hubiera supuesto perder un tercio de lo que venía percibiendo esta comunidad. Además, el modelo de regionalización que se puso en marcha tuvo entre sus objetivos principales proteger el olivar, de tal manera que el dinero destinado al olivar se queda en el olivar.

Quisiera recalcar que las decisiones sobre la aplicación de la PAC en España se tomaron entre las comunidades autónomas con un enorme consenso, con un apoyo mayoritario a todas las decisiones que se adoptaron. Ahora, cualquier cambio que se proponga en las ayudas asociadas debe contar con el respaldo de la mayoría de las comunidades autónomas, porque no es una decisión que pueda tomar el Ministerio de Agricultura, cuya misión es modular el debate.

6.- ¿Cómo se pueden afrontar las graves crisis, en especial de precios, que está padeciendo el sector agrario y ganadero en Europa? Al final, ¿la única solución puede ser sólo conceder más o menos ayudas? ¿No falta voluntad política en la UE para afrontar medidas estructurales y no sólo temporales, como se hace ahora?

PRECIOSDesde luego que no, ni  falta voluntad política ni en el conjunto de la UE ni, por supuesto, en el Gobierno de España ni tampoco creo que la única solución pase por la concesión de ayudas.

Las ayudas, desde luego, son necesarias para nuestro sector agrario y por ellas luchamos en la última reforma de la PAC como decía al principio pero, además, hace falta conseguir que el mercado cada vez tenga una mayor importancia. Para lograrlo, ya desde 2012 y en previsión de las consecuencias derivadas de la supresión del régimen de cuotas, se adoptó el paquete lácteo con distintas medidas de carácter estructural como el fomento de los contratos que han tenido un efecto positivo.

También por parte del Gobierno español se aprobaron las Leyes 12 de la Cadena y la Ley 13/2013 de fomento del asociacionismo porque entendíamos que son uno de los problemas de nuestro sector agroalimentario y que a través de estas dos disposiciones se conseguiría, como ya está sucediendo, un mejor funcionamiento de toda la cadena de valor.

Otro elemento que consideramos esencial es aumentar nuestra presencia en los mercados internacionales, ya hay  cada vez más sectores con más presencia en la exportación y que envían sus productos a más destinos. De hecho, nuestras exportaciones de productos agroalimentarios alcanzaron la cifra de 44.000 millones de euros en 2015, lo que convierte a España en el 8º país exportador del mundo de estos productos y el 4º de la Unión Europea.

Entendemos que este es el futuro y para lograr que el sector refuerce su posición en los mercados, el Gobierno ha elaborado las Líneas Estratégicas para la internacionalización del sector agroalimentario. Dicho documento, consta de cuatro ejes estratégicos: la coordinación entre organismos e instituciones, la mejora de la información a las empresas, el apoyo a la exportación y la apertura de mercados.

Pero además de todo esto también hay que dar solución a los problemas puntuales y por ello,  en todas las reuniones del Consejo de Ministros de Agricultura de la UE la situación de los mercados es un tema recurrente.

«debemos estar vigilantes junto con la Comisión Europea, y así lo haremos, porque estamos ante un problema que afecta al mercado comunitario en su conjunto»

Hay que tener en cuenta que a la situación que ya podrían vivir algunos mercados, como el lácteo, en proceso de adaptación a un nuevo escenario, se han venido a sumar otros elementos como el veto ruso o la desaceleración de algunas economías emergentes que han venido a aumentar la incertidumbre de los mercados.

Se han tomado medidas que han sido positivas y han permitido una recuperación, siquiera ligera de los precios de la leche y un repunte también en los precios del porcino, por ejemplo. También hay que valora positivamente  la prórroga de las medidas de ayuda para determinadas producciones de frutas y hortalizas en relación con el veto ruso.

Estas medidas comenzarán a aplicarse a partir del 1 de julio de 2016, fecha en la que finaliza la vigencia del actual reglamento, cuestión que ha sido prioritaria para España ya que nos encontramos en plena campaña de fruta de hueso.

En cualquier caso debemos estar vigilantes junto con la Comisión, y así lo haremos, porque estamos ante un problema que afecta al mercado comunitario en su conjunto.

7.- El TTIP o Mercosur van a venir a complicar más el panorama agrario en España o pueden ser una solución para sus problemas?

TTIPYo, sin duda, creo que los acuerdos comerciales para el sector agroalimentario son una clara oportunidad, no un problema.

Como le comentaba anteriormente, el sector agroalimentario español tiene todavía un enorme potencial para asentarse en los mercados internacionales y  el Tratado Trasatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP) es una gran oportunidad para lograrlo.

«los acuerdos comerciales para el sector agroalimentario como el TTIP o Mercosur son una clara oportunidad, no un problema»

Aunque la Unión Europea es el principal mercado para los productos españoles, Estados Unidos es un mercado clave, que se sitúa como el primer destino dentro del grupo de países terceros, con un volumen, el año pasado, de más de 1.600 millones de euros y con una gran capacidad de crecimiento.

Por citar solo algún ejemplo, aunque los aranceles entre las dos partes son, en general bajos, existen todavía algunos picos arancelarios que perjudican claramente a nuestras exportaciones frente a nuestros competidores como es el caso de algunas conservas vegetales, conservas de pescado o quesos. Pero, todavía más importante que la cuestión arancelaria, es la normativa. En la actualidad el proceso de aprobación para conseguir acceder al mercado comunitario tiene duraciones, incluso de años en algunos casos, que hace que se pierda atractivo y los controles en algunos procesos de exportación suponen un claro encarecimiento para nuestras exportaciones.

Asimismo, otro de los aspectos en los que pensamos que hay mucho que ganar es la protección de nuestras denominaciones de origen e indicaciones geográficas, algo que también puede mejorarse con este acuerdo.

Pero esto no quiere decir que apoyemos cualquier acuerdo. España siempre se ha mostrado favorable a un acuerdo que sea ambicioso y equilibrado para ambas partes, y que garantice el modelo agroalimentario europeo que recoge los más altos estándares de calidad para los consumidores, algo a lo que la Comisión se ha comprometido en reiteradas ocasiones.

Por tanto quiero insistir en que en ningún caso se rebajará el nivel de protección europeo al consumidor, la seguridad alimentaria, el bienestar animal ni el cuidado del medio ambiente. Si no se cumplen estas condiciones, el acuerdo no se rubricará. Es más, ningún acuerdo de comercio internacional ya en vigor ha puesto en entredicho ninguno de los estándares de calidad europeos.

En cuanto al Acuerdo con Mercosur, todavía en una fase mucho mas inicial después de un largo período de parón, también creemos que será positivo pero, al igual que en el caso anterior, también debe ser un acuerdo equilibrado no solo en el conjunto del mismo, sino también en lo que al sector agrario se refiere y que, desde luego, tenga en cuenta todas las sensibilidades que pueden presentarse para el sector agrario.

 8.- Europa mira a España por la labor de AICA, los productores miran a AICA en espera de que incremente su labor de sancionar las irregularidades ¿a dónde tiene que mirar el Gobierno a AICA? ¿Está la labor hecha o se debe mejorar o cambiar algo?

AICAHace cuatro años, la cadena de valor del sector agroalimentaria se caracterizaba por mantener unas prácticas comerciales tradicionales que dificultaban el correcto funcionamiento del mercado. Estas prácticas perjudicaban principalmente a los productores agrarios, el eslabón con menor poder de negociación entre los operadores.

Ante esta situación, el Gobierno impulsó la ley de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria, una norma pionera en la Unión Europea que supuso un hito histórico para el sector agroalimentario español y para la economía española. La normativa española ha servido como modelo a los países de la Unión, que han establecido normas similares en sus respectivos Estados, con el objetivo de lograr el equilibrio en las relaciones comerciales.

«España es líder en Europa en materia de regulación y vigilancia de la cadena alimentaria y los resultados nos anima a seguir por esta línea»

En el marco de la ley de medidas se creó la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), un organismo autónomo del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente encargado de vigilar su cumplimiento y de proponer sanciones si detecta infracciones. Se trata de un organismo accesible, abierto a la participación y a ofrecer soluciones, garantizando siempre la confidencialidad de la información. Se puede decir que el sector agroalimentario tiene en AICA su más firme aliado.

En este contexto, España es líder en Europa en materia de regulación y vigilancia de la cadena alimentaria. Fuimos el primer país en regular la cadena en su conjunto y el país más activo, el que más sanciones está aplicando y el que puede imponer multas de mayor cuantía en la UE.

La importante labor inspectora de AICA y sus buenos resultados nos animan a seguir en esta línea para seguir reforzando el equilibrio de las relaciones comerciales, evitar las prácticas abusivas, mejorar la capacidad de negociación de los productores y agilizar el funcionamiento del mercado.

9.- No se puede hablar con la ministra de Agricultura sin hablar del sector lácteo y de su crisis. ¿Ha sido su asignatura pendiente esta legislatura o no ha podido hacer más? Y sobre todo ¿tiene solución o ésta pasa por cerrar explotaciones y reducir la producción a cambio de que llegue más leche foránea a España?

LECHELa situación del sector lácteo sigue siendo difícil debido al desequilibrio entre la oferta y la demanda. En el mes de marzo, España produjo un 4,8% más de leche respecto al año pasado, mientras que la demanda ha disminuido por el descenso del consumo, el mantenimiento del veto ruso y la bajada de las  exportaciones a China.

Ante esta situación, el sector lácteo ha sido el que más dedicación ha recibido de este Gobierno, que negoció en la reforma de la PAC unas ayudas que son especialmente necesarias para los ganaderos de leche. También en el ámbito de la PAC se decidió aumentar las ayudas acopladas para este sector en casi un 60%.

Después han sido numerosas las medidas que hemos puesto en marcha para mantener la estabilidad del sector, como ayudas directas a los productores, medidas para mejorar la transparencia y acciones de promoción, entre otras.

«se utilizarán mecanismos de desarrollo rural para hacer planes de viabilidad para la reestructuración de aquellas explotaciones lácteas en mayores dificultades»

En este contexto, destaca el Acuerdo para la Estabilidad y Sostenibilidad de la cadena de valor del sector vacuno de leche, firmado el pasado 23 de septiembre, que supone al unión de fuerzas de toda la cadena de valor: distribución, industria, cooperativas y sector productor, para mejorar el futuro del sector lácteo español.

Ahora, el Ministerio de Agricultura trabaja en  nuevas medidas para el sector. En primer lugar, acabamos de convocar ayudas destinadas a mejorar la financiación de todas las explotaciones agrícolas y ganaderas de España, ayudas que permitirán avalar un montante de créditos de hasta 100 millones de euros. Además, como novedad con respecto a años anteriores, las ayudas incluyen la posibilidad de reestructurar a largo plazo la deuda de las explotaciones de sectores en crisis como el lácteo, el hortofrutícola, el porcino y el cunícola. Como digo, estas ayudas ya pueden ser solicitadas y permanecerá abierto el plazo hasta el próximo 20 de septiembre.

También trabajamos con las comunidades autónomas en un protocolo para la reestructuración de aquellas explotaciones lácteas en mayores dificultades, para lo que se utilizarán mecanismos de desarrollo rural para hacer planes de viabilidad. Igualmente, queremos ordenar el papel de los primeros compradores o intermediarios, figura que en ocasiones distorsiona el mercado.

Al mismo tiempo, este Gobierno no deja de trabajar en el ámbito europeo, donde pediremos que la Comisión incorpore nuevas medidas de mercado para el sector lácteo.

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