El exsecretario de Estado Federico Ramos de Armas ha expresado este miércoles 26 su satisfacción por la decisión del juez Eloy Velasco de desimputarle en la investigación del presunto fraude de la empresa pública Acuamed, pero ha dejado claro que ha pasado «nueve meses muy duros» desde que se vio relacionado con la causa.

El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ha decretado el sobreseimiento de la investigación en lo que respecta al expresidente de Acuamed y exsecretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos, y de la directora general del Agua Liana Ardiles.

La investigación motivó la dimisión de Ramos como subsecretario de Presidencia después de que fuera detenido el director general de Acuamed, Arcadio Mateo, por tejer una «organización criminal» que se dedicaba a favorecer «escandalosamente» intereses privados.

Después de su dimisión, Velasco citó a Ramos como investigado (imputado) porque varios exempleados de la empresa pública declararon que participó en una presunta reunión con FCC en la que se pactó una «compensación indebida» de 40 millones de euros a la constructora, que luego se consignó en los presupuestos de 2015.

Una vez archivado el caso, el exsecretario de Estado ha declarado a Efe que el juez ha sido muy claro al establecer que ni él ni Liana Ardiles participaban en la gestión diaria de Acuamed y que su ámbito de actuación era distinto al de Arcadio Mateos.

Asimismo, ha agradecido al juez la diligencia con la que ha instruido el caso, pues este tipo de imputaciones «machacan el honor y la fama» de los afectados.

Ahora, se considera «un ciudadano ordinario» que dejó la política hace nueve meses tras cuatro años «dejándose la piel» y que, de momento, no piensa en un posible retorno a la actividad pública.

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