El profesor emérito de la Política Agraria europea del Trinity College de Dublín, Alan Matthews, considerado como uno de los ‘gurús’ de la agricultura en el continente europeo, ha vuelto a insistir en que la reforma de la PAC se debe «realizar ahora» e insiste en su opinión que se deben reformar muchos aspectos de la misma, en especial la retirada de las ayudas directas, en especial porque cree que «la contribución de los pagos directos a los ingresos agrícolas, es importante recordar que no todo el dinero puesto a disposición de los contribuyentes beneficia a los agricultores».

En un foro del Parlamento Europeo organizado conjuntamente por la Fundación RISE y de los terratenientes europeos ‘Association este martes 10, como preparación de un informe de la Fundación RISE bajo la dirección del profesor Allan Buckwell con el objetivo de aportar ideas para la PAC después de 2020, el profesor argumentóque es necesaria una nueva reforma de la PAC ahora y expuso una serie de argumentos que recoge la página web capreform.eu.

«Un pago global pagada por hectárea es, inevitablemente, va a beneficiar a las grandes explotaciones»

En su intervención, recordó que las ayudas directas se introdujeron originalmente para compensar la reducción de los precios de intervención en el mercadoy las reformas posteriores, pero posteriormente se extendieron a los agricultores de los nuevos Estados miembros en los que esta lógica no se aplicaba.

Asimismo, ha planteado si los pagos por superficie disociados son un buen instrumento para lograr estos objetivos, argumentando que «no es el caso. Esto no es una cuestión trivial. En los últimos años, los pagos directos han representado más del 70% de todo el presupuesto de la PAC y casi el 30% de todo el presupuesto de la UE. Asegurarse de que este dinero está bien gastado y ayuda a lograr objetivos importantes de la UE es crucial en un momento en que los presupuestos están bajo presión y el valor de la propia UE está bajo cuestión».

Para Alan Matthews, el punto más importante es que, dada la estructura muy heterogénea de agricultura de la UE, «un pago global pagada por hectárea es, inevitablemente, va a beneficiar a las grandes explotaciones». Las cifras de Eurostat muestran sólo 337.000 explotaciones gestionan algo más de la mitad de todas las tierras agrícolas de la UE en 2013.

Tampoco cree que  la solución simple para bajar el límite a los pagos directos, «muchas pequeñas granjas tienen rendimientos del trabajo fuera de la finca o el pago de pensiones o de bienestar social».

No ve ninguna relación entre la cantidad aportada al pago verde y el costo de cumplimiento de los objetivos

En otro momento de su intervcención, destacó que la gran innovación en la reforma de 2013 fue la introducción del pago verde. Sin embargo, destaca que «las primeras evaluaciones sugieren ha habido una mejora ambiental muy limitada como resultado de esta triplicación del gasto de la UE sobre las medidas agroambientales».

En su opinión, «esto no debería ser una sorpresa. pagos con bajo impacto ambiental en el Pilar 1 se ven obligados a ser simple, generalizables y anual, mientras que las intervenciones eficaces agroambientales tienen que estar basados ​​en el lugar, específica, plurianual y desarrollado en colaboración con los agricultores y gestores de tierras. No existe ninguna relación entre la cantidad del pago reverdecimiento y el costo de cumplimiento».

Por tanto, defiende que existe amplio margen para las intervenciones ambientales más eficaces si el sistema de pagos directos fueron rediseñados.

Asimimsmo, Alan Matthews llega a la conclusión de que «los pagos desconectados basadas en áreas uniformes pagados por cada hectárea de tierra agrícola son un instrumento de política ineficaz, que no son un uso eficiente del dinero de los contribuyentes y que no son equitativos para arrancar».

 

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