La PAC y su reforma sigue estando en el centro del debate, tanto por parte de los productores como de los expertos en el diseño de políticas. Esta vez es actualidad por el informe de la Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Ecológica (Ifoam-UE) que señala que los responsables políticos deberían acometer «cambios fundamentales» en la actual Política Agraria Común (PAC) y orientarla hacia un modelo de pagos agrarios basado en resultados agroecológicos.

Ifoam-UE señala que una nueva PAC alineada con la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible y centrada en recompensar resultados tangibles, ambientales y sociales de la producción agraria ayudaría a mantener a los productores en activo, un medio rural vivo y combatiría el cambio climático.

Sería, a su juicio, un modelo de «pago emblemático» que compensaría el esfuerzo de los productores para mitigar y adaptarse al cambio climático, pero también el realizado por ofrecer otros bienes públicos relacionados con la biodiversidad, la calidad del suelo y del agua, el capital social y la viabilidad del campo.

LA producción agraria ecológica puede reducir LOS EFECTOS SOBRE EL MEDIO AMBIENTE

El estudio «Producción ecológica, mitigación del cambio climático y más», traducido al castellano por Ecovalia, habla de la necesidad de abordar un enfoque sistémico para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) vinculadas a la producción y consumo de alimentos en la Unión Europea (UE).

Para la entidad, hay que ayudar al sector agrario a adaptarse al cambio climático, sin poner en peligro la seguridad en el abastecimiento de alimentos para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible.

Reconoce que «es invevitable» que la producción agroalimentaria tenga efectos sobre el medio ambiente, pero considera que la «producción agraria ecológica puede reducir esos efectos en comparación con la convencional».

un mayor uso de los pastos europeos reduciría las emisiones generadas en la producción de piensos

Un aumento lineal de la presencia de la producción ecológica en la superficie agraria de la Unión Europea (UE), del 6 % en 2016 al 50 % en 2030, reduciría las emisiones acumuladas de GEI de la producción agraria durante ese periodo en un 7,5-8,5 %, mediante el aumento del secuestro de carbono en el suelo (-5,5 %) y la reducción de la proporción de fertilizantes nitrogenados aplicados (entre -2 y -3%).

Según sus datos, conduciría a una reducción de las emisiones vinculadas a la producción de fertilizantes minerales, equivalente al 4-5 % de las emisiones relacionadas con la agricultura.

Además, apunta que un mayor uso de los pastos europeos y la reducción de la dependencia de materias primas importadas reducirían significativamente las emisiones vinculadas a la producción de piensos y al cambio del uso de la tierra, en los países donde se producen dicho alimentos animal.

Sin embargo, estos beneficios podrían producirse a costa de la reducción de rendimientos agrarios, que se necesitara más superficie para producir la misma cantidad, por lo que una mayor producción eco y de ganadería basada en pastos debería ir de la mano de cambios en los patrones de consumo, con una evolución hacia dietas basadas en proteína vegetal y una reducción en el desperdicio de alimentos.

Insiste el informe en la incorporación de «fondos públicos para bienes públicos» requeriría que «cambios fundamentales en la actual PAC con la introducción de un modelo de pago emblemático para estimular los servicios ambientales y socioeconómicos prestados a nivel de explotación.

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