El Ministerio de Hacienda ha publicado este martes la reducción de módulos del IRPF pero la alegría que debía suponer ha durado un suspiro, ya que nadie está contento con los ofrecido por el Gobierno y ninguna región se reconoce en estas ayudas. Si durante la campaña se criticaba la tardanza de esta publicación, ahora algunos entienden por qué se ha hecho tan tarde.

Así, ASAJA de León hace la siguiente valoración:

  • Se valora positivamente la revisión a la baja en el sector de la apicultura coincidiendo con la petición que en su día hizo esta organización agraria.
  • Se valora muy negativamente la revisión respecto a la uva para vino, donde ASAJA pidió que afectase a las denominaciones Tierra de León y Bierzo, mientras que únicamente se atendió para los municipios de Ardón y Valdevimbre ambos de Tierra de León.
  • Se valora de forma negativa el tratamiento que se da a la remolacha. ASAJA pidió una revisión general para toda la provincia dado que habían caído los rendimientos en un 25%.  Únicamente se ha atendido a algunos municipios y seguramente más por los daños de las tormentas que por otras razones agronómicas.
  • Se valora positivamente la revisión del módulo de la leche de vaca, solicitado también por la organización agraria, pero por el contrario se lamenta la nula sensibilidad para atender las demandas de los ganaderos de ovino de leche que han vivido una situación peor si cabe a la de los ganaderos de vacuno, sin mejoría respecto a 2017 cuando sí se les atendió.
  • Respecto a revisiones puntuales en 42 municipios de la provincia, a diferentes cultivos, ASAJA considera que de nuevo se ha producido el “efecto lotería”, pues en la mayoría de los casos cuesta justificar las razones por la que unos pueblos figuran en el listado y otros no. De nuevo han hecho bueno el dicho de que “ni están todos los que son ni son todos los que están.

Por último, ASAJA «no llega a entender, o quizás sí, las razones por las cuales una Orden firmada el 12 de abril, cuyo contenido afecta a una campaña de la declaración del IRPF en curso, se publica dieciocho días más tarde, teniendo mientras tanto paralizada la gestión del impuesto».

Enfado porque no se recoge la actividad ganadera de ovino y caprino

En esta misma Comunidad, la Alianza UPA-COAG también ratifica que nadie está contento con lo publicado y reclama al Gobierno que quede recogido para el sector ovino y caprino una reducción de los índices de rendimiento neto aplicables en el método de Estimación Objetiva (módulos) del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas para actividades agrícolas y ganaderas en el periodo impositivo de 2018.

La organización comprueba con sorpresa como la actividad ganadera de ovino y caprino no ha quedado recogida en la Orden, cuando es uno de los sectores que más ha sufrido la crisis de precios a lo largo del año pasado, y por lo tanto ha sufrido en primera persona una situación adversa de mercado.

Por ello, esperan que haya una corrección en la norma y que los ganaderos de estos sectores en Castilla y León vean reducida la fiscalidad que no aparece recogida en un principio en la Orden publicada en el BOE de este 30 abril.

Finalmente, su reclamación se justifica al tratarse de uno de los sectores más castigados desde hace años, por lo que es de justicia que se rebaje el esfuerzo tributario a los ganaderos de ovino y caprino, que además asientan población en el medio rural y en zonas especialmente desfavorecidas de Castilla y León.

UCCL reclama una modificación en los criterios para determinar la reducción de módulos fiscales

Asimismo, UCCL solicita una modificación en los criterios para determinar la reducción de módulos fiscales. Esta organización agraria reconoce el esfuerzo de la Administración por las reducciones aplicadas, pero las considera insuficientes en determinados sectores productores y lamenta que se siga empleando el mismo método que en años anteriores, una reducción en función de los partes de incidencias de seguros en vez de en función de las condiciones agronómicas de los cultivos por comarcas agrarias y regiones.

A modo general cree que se han aplicado reducciones en toda España a sectores como el apícola y el bovino de leche cuyo índice de rendimiento neto se ha quedado en 0,18, pero la Unión de Campesinos de Castilla y León considera que el ovino de leche debe ser incluido también dentro de los sectores afectados en todas las Comunidades Autónomas y en todas las provincias y reducirse a modo general a 0,18, al sufrir la misma crisis que la sufrida por el vacuno de leche.

En el caso de Castilla y León esta organización agraria lamenta que la remolacha azucarera no se haya reducido por igual en toda la comunidad, al sufrir todos los remolacheros los mismos problemas, una siembra muy tardía para lo que viene siendo habitual en Castilla y León ante la falta de precipitaciones, lo que supuso que el rendimiento de la remolacha fuera inferior al de años anteriores. Se reclama que el índice de rendimiento neto en este cultivo sea de 0,09 para toda la Comunidad Autónoma.

Por último y no por ello menos importante, UCCL exige una modificación urgente en el sistema empleado por el Ministerio de Agricultura para aplicar la reducción de módulos fiscales. El método empleado genera importantes agravios comparativo entre agricultores y ganaderos según el término municipal en el que se encuentren el afectado, e incluso las parcelas.

Una reducción de módulos que llega mal y tarde a Andalucía

Por su parte, COAG Andalucía demuestra que nadie está contento y considera que la Orden llega tarde y mal, que no responde a las necesidades del sector y que establece unas reducciones de módulos arbitrarias y que generan agravios inexplicables entre los propios productores, además de incluir importantes olvidos.  “El Ministerio decide a su antojo y no negocia con las organizaciones, que planteamos por escrito nuestras propuestas pero nunca sabemos qué rebajas van a fijar finalmente y por qué”, explica el secretario general de COAG Andalucía, Miguel López.

Así, por ejemplo, no se entiende que queden fuera los cultivos herbáceos (con excepción del sorgo en Cádiz), que sufrieron retraso de siembra por las intensas lluvias primaverales y experimentaron una bajada de rendimiento y de rentabilidad,  especialmente en girasol y garbanzo, a lo que hay que sumarle los incrementos de precio de los insumos.

Tampoco se explica lo que ocurre con olivar. El módulo de Productos del olivo sólo se ha rebajado al 0,13 en municipios puntuales de Córdoba y Granada y uno de Sevilla, quedando fuera provincias enteras como Jaén o Huelva, y el resto de municipios de las demás provincias productoras. No se entiende que haya ese trato diferente a municipios contiguos y con producciones similares. La aceituna de mesa sí recibe un tratamiento fiscal lógico, bajando su módulo en los principales municipios productores de Sevilla, Málaga y Córdoba.

Quedan excluidos sectores como el viñedo, la flor cortada, la remolacha o el algodón, que sufrió retrasos en la siembra y daños en el cultivo por las lluvias irregulares y las plagas.

Incomprensible resulta el criterio para rebajar los módulos de los productos hortícolas, que reciben un tratamiento distinto en municipios o sectores que han padecido similares incidencias meteorológicas o de plagas. Se reduce el módulo del calabacín sólo en Almería y el del pimiento sólo en Granada; el de tomate en toda Sevilla y algunos municipios de Granada y Cádiz; el de aguacate sólo en dos municipios de Cádiz, olvidando a Málaga y Granada.

Para la ganadería, sólo se ha reducido el índice de rendimiento del bovino de leche, a pesar de que el conjunto de los sectores extensivos y semiextensivos se vieron muy afectados por la falta de lluvias y por su irregular distribución, que provocaron ausencia de pastos y la necesidad de incrementar el porcentaje de suplementación alimentaria. COAG pidió para los sectores semiextensivos de bovino y ovino de carne y caprino de carne y leche un módulo de 0,09 y para bovino de leche y los sectores intensivos, el 0,1.

Esta organización valora positivamente que se hayan atendido las reivindicaciones de los productores de cítricos, que vieron retrasada su campaña por las altas temperaturas y las lluvias en tiempo de recolección, que perjudicaron la comercialización y mermaron la rentabilidad. El Ministerio de Hacienda ha reducido su índice de rendimiento hasta el 0,18 con carácter nacional y el 0,13 en algunos municipios de Almería y Cádiz.

También se ha reducido con carácter estatal el módulo de patata y el de apicultura, ambos al 0,18. El sector apícola vio reducida su producción de miel y polen al 50%, por las adversidades meteorológicas, además de sufrir el hundimiento de los precios.

Olvido del cereal andaluz y de la situación de crisis de muchos cultivos

El concepto de que nadie está contento también llega a Asaja Córdoba, que fue de las primeras en quejarse, lamenta que el Gobierno central haya atendido solo parcialmente sus peticiones a consecuencia de la enorme crisis de precios que atraviesan sectores como el olivar, los cítricos, los cereales y algunas producciones ganaderas.

El presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, ha explicado que, por ejemplo, en los cereales y leguminosas no se ha contemplado ninguna rebaja del índice de rendimiento neto frente a la solicitud de la organización agraria de que se bajara al 0,18 debido a que “los rendimientos no se ven reflejados en los agricultores ya que los precios de estas producciones se están hundiendo año tras año de manera estructural”. Asimismo, en lo que se refiere a las oleaginosas, este cultivo va mermando a gran escala cada año por su bajo rendimientos y por los bajos precios. En 2017, se sembraron 37.102 ha. frente a las 41.600 ha. de 2016. Por ello, “en consecuencia de la caída de la producción y de los precios”, se propuso la reducción del índice de rendimiento neto para el girasol al 0,18, pero el Gobierno tampoco ha contemplado esta propuesta.

En cuanto a la ganadería, el Ministerio de Hacienda solo ha contemplado una reducción al 0,18 para el bovino de leche, pero la petición de Asaja Córdoba era una bajada al 0,00 para el vacuno de leche, el bovino, el ovino y el caprino, tanto de carne como de cría. Y es que gran parte de los sectores ganaderos continúan en crisis desde hace varios años, lo que ha repercutido “en una baja rentabilidad de la actividad, manifestada en bajo coste de los precios en origen e incremento en los costes de producción, sobre todo por el elevado coste de los piensos”.

También, continúan siendo elevados los costes por problemas sanitarios en las explotaciones ganaderas, especialmente en las explotaciones de bovino por la tuberculosis, que está ocasionando graves pérdidas a los ganaderos de vacuno de carne, con el sacrificio de muchos animales cuyas indemnizaciones no cubren los costes de producción.

Ante la situación de crisis de los precios actuales en el sector de los cítricos y del olivar, Asaja pidió al Ministerio de Hacienda que los módulos del IRPF compensen esta situación y se realice una reducción del índice corrector.