La Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) ve ventajas en la utilización de placas solares en la agricultura y en particular las flotantes en las balsas para el regadío de cultivos, ya que suponen ahorros en la factura energética respecto al uso de electricidad.

Así lo han destacado fuentes de Fenacore en un comunicado a raíz de la celebración este miércoles 28 de una jornada sobre producción de energía en la que se ha presentado un estudio de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), que arroja que el sector agrícola concentra el 25% de las plantas fotovoltaicas para autoconsumo de España.

Desde Fenacore han destacado que en los últimos tres años se han instalado en el sector agrícola centrales solares con una capacidad cercana a los 25 megavatios, «el equivalente en superficie a 90 campos de fútbol».

Una alternativa para poder hacer frente a los más de 300 millones de euros de sobrecostes que soportan desde 2008

Estas centrales «permitirán a los regantes ahorrar hasta un 60% en electricidad una vez amortizada la inversión en las placas», han asegurado después de afirmar que «el regadío toma posiciones para contribuir a alcanzar los objetivos europeos de uso de renovables».

La Federación de regantes ha apostado por la energía solar ante la «subida exponencial de la factura eléctrica, que en los últimos ocho años se ha disparado un 1.000%» y que «obliga a los regantes a buscar alternativas para compensar los más de 300 millones de euros de sobrecostes que soportan desde 2008″.

A su juicio, el recorte en un 80% de los costes de fabricación de las placas solares en la última década y las ayudas de los fondos estructurales europeos -que permiten formalizar ayudas estatales y autonómicas que cubren hasta el 65% de la inversión- hacen de la energía solar una de las alternativas con más recorrido».

Fenacore también ha resaltado «la versatilidad y la flexibilidad» de los «huertos solares» que se levantan en la propia tierra, «muy populares en Extremadura, Andalucía y las dos Castillas», así como las flotantes en balsas de regadío.

Sobre estas últimas, han explicado que, además de evitar la reducción de la extensión agrícola en las explotaciones de menor tamaño, aumentan la eficiencia de la balsa al tenerla cubierta y minimizar la evaporación.

Piden que se «elimine el conocido impuesto al sol» a las instalaciones de más de 10 kilowatios de potencia

Sólo en Andalucía -han añadido- se contabilizan unas 10.000 balsas que podrían ser susceptibles de estas placas solares flotantes.

Esta organización ha pedido al Gobierno que articule una normativa que «revise en profundidad del Real Decreto de Autoconsumo» y que «elimine el conocido impuesto al sol» a las instalaciones de más de 10 kilowatios de potencia.

«Al evitar los gravámenes variables en función de la energía autoconsumida se impulsará la producción entre los medianos y grandes consumidores», han sentenciado.

Han indicado que «en España apenas el 16% de la energía consumida es de origen renovable mientras que Bruselas fija su objetivo para 2020 en el 20% que, de no cumplirse, conllevará las sanciones pertinentes».

«La Administración debe ver en el regadío un aliado también contra los efectos adversos del cambio climático, dado que por cada megavatio de energía solar producida se evita la emisión de 267 kilos de CO2 a la atmósfera», según Fenacore.

Fenacore agrupa a 700.000 regantes y más de dos millones de hectáreas, es decir, más del 80% del regadío nacional agrupado en comunidades de regantes.

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