La fiesta musulmana del sacrificio del cordero vuelve a estar rodeada de polémica en Melilla, pese a que este año sí podrán entrar borregos procedentes del vecino Marruecos, aunque con limitaciones para evitar que entre la fiebre aftosa en territorio de la Unión Europea.

Aunque el Gobierno central ha anunciado que autorizará de forma excepcional la entrada de reses, quienes se oponen a algunas de las limitaciones por control sanitario ya han convocado protestas.

La Delegación del Gobierno en Melilla ha pedido que no se utilice con fines políticos esta festividad, denominada Aid El Kebir y que se celebra el 1 de septiembre, día festivo en la ciudad, aunque algunas organizaciones agrarias, como la Unión de Uniones, ya han dejado claro que su temor se centra en la posibilidad de que entre en la península la fiebre aftosa aunque respete las creencias religiosas de los musulmanes.

El Gobierno insiste en que el ganado solo podrá pasar con certificado sanitario no libremente por parte de particulares

Sin embargo, desde el Gobierno, en un comunicado, insisten en advertir del «daño» a la convivencia entre «comunidades religiosas» que puede generar en la ciudad esta polémica entre instituciones gobernadas por el PP y los promotores de protestas, encabezados por Coalición por Melilla (CpM), principal partido de la oposición y cuyos representantes son musulmanes.

El año pasado no fue posible traer reses de Marruecos, al estar declarado un brote de fiebre aftosa en el Magreb, pero en esta ocasión el Ministerio de Agricultura autorizará su paso de forma excepcional para esta fiesta con una serie de requisitos de sanidad animal.

«No cabe por tanto mayor polémica ante lo que no es más que una consecuencia de la legalidad vigente», según la Delegación, que pretende cumplir la normativa europea a la vez que «dar respuesta a la sensibilidad de algunos sectores de la comunidad musulmana, partidarios de realizar el rito con un borrego criado preferentemente en el vecino reino marroquí».

El ganado solo podrá pasar con certificado sanitario de una granja marroquí a una melillense y en un transporte autorizado, no libremente por parte de particulares.

«Se protegen los intereses de la ganadería española, que podría verse gravemente perjudicada si por causa de una importación irregular de ganado marroquí, España quedara descatalogada como libre de fiebre aftosa», ha sentenciado la Delegación.

Sin embargo, una plataforma integrada por partidos políticos como CpM y distintas asociaciones, principalmente islámicas, ha anunciado varias manifestaciones en agosto en Melilla en rechazo de estas restricciones.

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