En unos tres años se prevé que se duplique la producción española de almendras y unos años más tarde se triplicará, según los cálculos de la organización de productores Almendrera del Sur, que incide en que el reto más importante para el agricultor será garantizarse la comercialización de sus almendras, en las mejores condiciones del mercado.

Según señala en un artículo publicado en diariodesevilla.es, actualmente el almendro es uno de los cultivos más rentables y ello se debe a que no hay suficiente producción de almendras para abastecer la demanda mundial, es decir, estamos ante un producto netamente deficitario.

Es muy rentable cultivado en buenas condiciones, destacando las plantaciones en regadío y el cultivo intensivo, pues es mecanizable completamente. Se trata, por tanto, de una gran alternativa a los cultivos tradicionales, tanto de secano como de regadío.

En zonas donde están dejando de ser rentables cultivos como el algodón, la remolacha, los cereales, los cítricos, el olivar de mesa, etc… el almendro se está extendiendo con gran éxito.

El fuerte crecimiento del consumo de almendras se debe a importantes campañas de promoción en Estados Unidos, Australia, China, India, etc., y a que la dieta mediterránea está de moda en el mundo, siendo la almendra uno de sus componentes importantes. Por tanto, la tendencia del consumo es al alza. Los nuevos países de destino para la almendra no dejan de crecer en su demanda, como son los casos de China, India y Emiratos Árabes Unidos.

La comercialización sigue siendo uno de los mayores hándicap de los agricultores para obtener más rentabilidad

En Andalucía está la mayor superficie nacional, el 28%, 111.000 hectáreas, siendo líder en la producción española de almendras con el 25%, 13.330 toneladas de almendra en grano en 2015.

Sin embargo, desde Almendrera del Sur se hace hincapié en que en estos momentos, el camino que recorre la almendra, desde el agricultor hasta el consumidor, pasa por numerosos agentes que intervienen en la comercialización, como son los corredores locales, las partidoras privadas, los intermediarios y brokers, los industriales privados, las cooperativas de almendras y las organizaciones de productores. En cada eslabón de esta cadena el agricultor va perdiendo parte de sus beneficios, por lo que ser miembro de una cooperativa calificada de organización de productores garantiza estar al final de la cadena, y que el agricultor sea el mayor beneficiario del valor añadido de su producción.

Por eso, se ofrece a poner a disposición de los agricultores su modelo cooperativo de comercialización, con una experiencia en el mercado de 40 años y más de 4.500 socios en toda Andalucía. Somos organización de productores desde 1990.

La cooperativa tiene centros de recepción de almendras repartidos por todo el territorio, unos propios y otros de sus cooperativas asociadas, siendo líder en la producción española de almendras.

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