El Gobierno y las comunidades autónomas decidirán en enero si cambian los ritmos de trabajo para negociar una postura común sobre la futura reforma de la Política Agrícola Común (PAC), ante el previsible retraso en su aprobación por el Parlamento Europeo.

Así lo ha avanzado este martes 4 el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, durante su comparecencia en la Comisión de Agricultura del Senado, en la que ha señalado que «probablemente» el retraso sea de «uno o dos años» al no haber tiempo suficiente para su aprobación antes de las elecciones europeas de mayo.

El ministro sume que lo mejor es «no agotarnos en discusiones internas» si hay que esperar

En este sentido, ha pedido «serenidad», «no precipitarse» y enfocar los esfuerzos en «sacar un buen resultado» para España. Ante este nuevo horizonte, ve necesario estudiar con las autonomías si mantienen los ritmos de trabajo «o se ajusta al nuevo calendario» para «no agotarnos en discusiones internas».

En los términos actuales, la próxima PAC contiene planteamientos «totalmente distintos», como los planes estratégicos nacionales que sitúan a los Estados ante «una gran responsabilidad», que a su juicio «es un reto político e intelectual».

La sostenibilidad agraria, la incorporación de jóvenes y mujeres a las actividades del medio rural, la digitalización o evitar una renacionalización de la PAC son, según Planas, los principales objetivos que hay que perseguir.

En su intervención, Planas ha incidido en la situación derivada del Brexit y ha valorado que el acuerdo alcanzado entre la Unión Europea (UE) y Reino Unido mantenga la situación actual, al menos durante el período transitorio de salida, señalado para 2020.

En materia de sanidad animal, se ha centrado en la Peste Porcina Africana (PPA), sobre la que el Gobierno está haciendo «todo lo posible» para que «no haya ninguna posibilidad de aproximación» a España.

Macrogranjas, sanidad vegetal, fitosanitarios y regadíos

Respecto al debate en torno a las macrogranjas, el ministro ha recordado la revisión de la normativa nacional para potenciar la preservación del bienestar animal, la salud y las condiciones veterinarias y medioambientales, pero ha defendido su viabilidad «si las condiciones -para su instalación- se cumplen».

En sanidad vegetal, ha resaltado la futura normativa comunitaria de control fitosanitario en fronteras -al establecer inspecciones «sistemáticas» y no aleatorias- y, sobre «xylella fastidiosa», ha destacado que España trabaja paralelamente en su erradicación y en investigación.

España «no puede quedar atrás» en ese movimiento dentro de la UE que defiende un uso «más restrictivo y riguroso» de los fitosanitarios, ha afirmado Planas, quien ha remarcado no obstante que los agricultores han de tener productos sustitutos «eficaces y equivalentes» a los que decidan sacarse del mercado.

En materia de regadíos, ha recalcado su importancia en la realidad agraria española ya que, con el 15,7 % de la superficie, produce más de las mitad de los productos agroalimentarios; datos que, a su juicio, justifican mantener un regadío «competitivo», «eficaz» y «compatible» con un uso responsable del agua.

En la Comisión también se ha discutido sobre la política de seguros agrarios, y el ministro -tras lamentar los recortes que en su opinión aplicó el Gobierno del PP-, ha indicado que irán recuperándolo «poco a poco» en «los próximos años».

En pesca, ha felicitado al sector por adaptarse a las exigencias normativas, especialmente en el área de preservación medioambiental.

En referencia a la prohibición de los descartes en toda la flota a partir del 1 de enero, ha apuntado que ha sido una tarea en la que ha trabajado con «muchísima diligencia» y ha reconocido que le hubiera gustado que sus antecesores en el cargo hubiesen trabajado «algo más» en este asunto para estar preparados.

En el ámbito de los acuerdos ha citado el de la UE-Marruecos -pendiente de ratificarse- y el de Guinea-Bisáu, sobre el que se ha conseguido su desbloqueo y espera que se «pueda concluir de forma eficaz» si mantienen los ritmos de trabajo que se están desarrollando.

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