La Organización Interprofesional Láctea (Inlac) ha asegurado que la situación actual del sector del caprino de leche España es «compleja», con precios a la baja en el primer semestre del año, por lo que plantea implementar una extensión de norma «más ambiciosa», con campañas de promoción en las que el queso «jugará un papel fundamental». Sin embargo, desde el sector ganadero lo tienen claro, no solo se oponen a pagar más cuotas, sino que incluso ASAJA Málaga exige a la industria que pague precios justos a los ganaderos por la leche.

En la reunión de la Inlac se dejó claro que la situación actual en el sector caprino de leche España es compleja. Los precios han permanecido estables los meses de mayo y junio, últimos datos publicados por FEGA en €/H; sin embargo, respecto a la media enero-junio entre 2017 y 2018 son inferiores (-2%). La producción, de acuerdo a la misma fuente FEGA, disminuye con respecto al mes de junio del año anterior, pero aumenta en el acumulado enero-junio 2018 con respecto al mismo periodo del 2017 (1,74%).

Los consumidores no apuestan por la leche de cabra nacional mientras que las importaciones suben un 7%

Se ha analizado qué ocurre en el sector desde el punto de vista de los consumidores, donde disminuye tanto el consumo de queso de cabra como el gasto medio, de acuerdo al Panel de Consumo de MAPAMA. Los consumidores españoles no manifiestan una especial preferencia por el consumo de queso de cabra, que compite con otras variedades.

Inlac tiene como objetivo prioritario revertir la tendencia del descenso de consumo de leche y lácteos. Por ello, se ha aprobado una nueva extensión de norma más ambiciosa que las anteriores, cuyo incremento se destinará íntegramente a una campaña de promoción de leche y productos lácteos de origen local, dando visibilidad al medio rural. El queso jugará un papel fundamental en esta campaña. De hecho, Inlac ya ha puesto en marcha desde principios de año, un proyecto específico de promoción de queso, cuyo contenido se recoge en esqueso.es. El conjunto del sector es muy sensible a la importancia que tiene potenciar el consumo de queso a nivel nacional.

Así mismo, cabe destacar el comportamiento del comercio exterior, información extraía de Sice -Lact, el Sistema de Información Lácteo promovido por Inlac y que integra toda la información relativa a los mercados de la leche en origen y de los productos lácteos en los diferentes escalones de la producción y comercialización. De estos datos se concluye que durante el periodo abril 2012- abril 2018, las exportaciones de queso español, en toneladas de leche equivalentes, han aumentado en un 95%, alcanzando las 820.000 toneladas. Solo durante el último año (abril 2017-abril 2018) el aumento registrado alcanza el 15%. Pese a este buen comportamiento y al esfuerzo que está haciendo el conjunto del sector lácteo español, las importaciones de queso en este último periodo han crecido en un 7%.

Enfado en el sector, que culpa a la industria de lo que están padeciendo los ganaderos

Tras la reunión de la Inlac, ASAJA Málaga exigía a la industria que pague precios justos a los ganaderos por la leche, «ya que nos encontramos con que el precio ha caído un 4%,  mientras que el coste está, según datos de la Junta de Andalucía por encima del precio que perciben actualmente. Los ganaderos llevan, por tanto, dos años percibiendo por la leche un precio menor a los gastos de producción».

Asimismo, aunque reconoce que se han duplicado las exportaciones de productos lácteos de fuera de España, «pero que a partir de la caída del precio de la leche de vaca los países europeos han transformado sus excedentes en productos lácteos de bajo coste que se pueden encontrar en los lineales de los supermercados, provocando una banalización de los quesos».

En cuanto a la producción de la leche, comenzó a caer este año a partir del mes de mayo. Los ganaderos han aguantado esta situación, pero es algo insostenible, ya que además se prevén más caídas en el futuro próximo.

Es por ello que desde ASAJA Málaga hace un llamamiento ante la necesidad de aunar esfuerzos tanto de la industria, como del ministerio, junto con los ganaderos, de manera que se compensen los gastos de producción y se regule la oferta.

«Lo que no es sostenible es que, a pesar del descenso en la producción, las exportaciones sigan creciendo y los ganaderos perciban tan poco tratándose de un sector estratégico para España. Se plantea un escenario que hace lógico y necesario pedir la regulación por parte de la industria, ya que se suman dos años produciendo a pérdidas y es algo insostenible».

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