Raúl Cabello Bravo / Economista – Analista Comercio Exterior (Mercados Internacionales)

Hace un año escribía sobre los nuevos tiempos que se avecinaban en el escenario sociopolítico de España apelando al diálogo, consenso y la responsabilidad compartida, hechos que en la práctica apenas encontraron su efectividad y eficacia, ya que los representantes no supieron poner en común aquello que les unía y el acuerdo brilló por su ausencia, volviendo a convocar a la ciudadanía a las urnas para dirimir la ecuación política en la que se encontraba este país. Por segunda vez en escasos meses los hombres y mujeres volvieron a hablar con su voto y aunque la balanza se inclinaba hacia uno de los lados, aun el peso vencedor carecía de aritmética plena para poner fin a largos meses de incertidumbre, quedando de nuevo todo en reposo. Si en el ámbito nacional apenas existía claridad y certeza, la situación no era menos halagüeña en el plano internacional, donde el 23-J se convirtió en una jornada para las grandes hemerotecas, incorporándose al análisis y estudio de generaciones futuras ya que las consecuencias en el terreno económico y social europeo no pasarán desapercibidas. La destacada caída del Ibex 35, la mayor de la historia de las bolsas europeas por encima incluso que cuando fue anunciada la quiebra de Lehman Brothers, unido al inminente incremento de la prima de riesgo de varios países son algunas de las secuelas de tal decisión acontecida en Reino Unido, resultando sorprendente que los británicos de mayor edad optaran por el «exit», mientras que los más jóvenes se inclinaran hacia la permanencia, basado probablemente en que las decisiones y acuerdos europeos en determinados asuntos (soberanía, seguridad, migración, austeridad, burocratización) no hayan sido bien recibidos por la ciudadanía que optó cambiar el «sueño europeo» por el «exit europeo». Abrir la besana siembra precedente y cuando se echa un órdago, puede salir cara o cruz y en este caso la cara ha sido situar con escaso margen a los británicos fuera de la Unión Europa. Habrá que observar cómo evolucionan los acontecimientos futuros, pidiendo que dicho proceso de separación en los próximos años sea de la forma más ordenada y moderada posible, reduciendo el riesgo y con unas consecuencias y efectos colaterales mínimos para los veintisiete que conforman el club europeo.

Pero si este hecho producido a lo largo de 2016 era significativo, no menos eran las elecciones en los Estados Unidos, unos comicios que situaban como vencedor al partido demócrata, pero que en el recuento final alzó al empresario y republicano Donald Trump a la Casa Blanca. Si la cordura, la sensatez, la honestidad y el sentido común son valores propios que deben imperar en la vida diaria, cuando se trata de gestionar la mayor potencia mundial como es la estadounidense, la responsabilidad es de incuantificable magnitud puesto que cualquier decisión y actuación tomada en el Despacho Oval, tendrá su eco y repercusión en los distintos territorios de la esfera mundial. Sin estar todo cerrado, y casi dando las últimas campanadas, España conformó gobierno minoritario sobre la base de la responsabilidad de Estado y del sentido común, para tratar de poner en marcha actuaciones contra los grandes problemas estructurales que afectan a este país entre los que se encuentra el desempleo; un empleo que aunque en términos de cantidad mejora progresivamente es de calidad baja, teniendo la temporalidad como principal escollo a superar. En este aspecto, algunos pasos van en la dirección adecuada como es la subida del salario mínimo interprofesional en un 8%, existiendo otras cuestiones que deben abordarse con la premura necesaria, tales como el déficit público y de la Seguridad Social; un término el de déficit que se ha instaurado en el ámbito socioeconómico, siendo uno de los principales retos de la economía española para cumplir con Bruselas acorde al pacto de estabilidad y crecimiento, debiendo pasar del 4,6% actual al 3,1% del PIB, a través de medidas fiscales como es una subida de impuestos, mayormente de sociedades, también del tabaco y el alcohol, la creación de un gravamen a las bebidas azucaradas y un incremento de la fiscalidad verde. Pero si hay un asunto que es de carácter urgente son las pensiones, ya que la previsión es que el sistema concluya este año con el mayor desfase de su historia, siendo previsible que la hucha se reduzca significativamente a finales de este año, no quedando otra alternativa que la emisión de deuda pública para la captación de recursos económicos hasta que el Pacto de Toledo acuerde una fórmula determinada que financie estas prestaciones. Es importante ver el transcurso de todo ello, en un año donde las perspectivas de crecimiento serán inferiores a las de años anteriores, estando por encima de la de los vecinos europeos, y creciendo en el año finalizado el doble que la media de la zona euro debido a los excelentes resultados del sector turístico, a la mejora del consumo privado o al comportamiento favorable del precio del petróleo como algunos de los factores claves de la recuperación española, sin obviar la actuación del Banco Central Europeo en materia de estímulos tan necesarios para la economía europea.

Sin duda la agenda española y europea está repleta de asuntos sociales, económicos y políticos que marcarán este nuevo año con elecciones en Francia y Alemania, teniendo que combatir con determinación una lacra amenazadora como es el terrorismo islámico, que bien han padecido ciudades como Bruselas, Niza o Berlín, entre otras. En lo doméstico es imprescindible que el acuerdo y la unidad sean la base de este nuevo tiempo, de esta duodécima legislatura, cuyas primeras pruebas pasarán por la aprobación de presupuestos y la firme y común tarea de hacer un país más productivo y competitivo, socialmente mejor, conformado por diecisiete territorios donde el conjunto de sus ciudadanos se sientan constitucionalmente parte de él, ya que como bien afirmaba el matemático y físico británico Isaac Newton: “la unidad es la variedad, y la variedad en la unidad es la ley suprema del universo”.

Mis mejores deseos de paz, unidad y acuerdo para este 2017. Feliz y próspero año.

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