Representantes de las principales organizaciones agrarias aragonesas han cargado este martes 14 contra la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a 900 euros, a la que han responsabilizado de que algunas producciones frutícolas se vayan a quedar «en el árbol».

Así lo han asegurado representantes de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA), la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) y de la Asociación Regional de Agricultores y Ganaderos de Aragón (Araga) durante la presentación de una lista única junto a la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) para el Comité Aragonés de Agricultura Ecológica (CAAE).

El secretario general de UAGA, José María Alcubierre, ha expresado su preocupación por esta medida, especialmente por la «inseguridad jurídica» que genera, ya que no se está interpretando siempre de la misma manera.

Creen que el incremento del SMI o el control de los horas extra son medidas positivas, pero «si para curar un dedo tenemos que cortar la mano, algo mal habremos hecho»

Ha asegurado que, por ejemplo, ha llevado «prácticamente a la desaparición» al sector hortofrutícola en Teruel, aunque ha aclarado que el principal problema no son los costes laborales, sino los bajos precios a los que los productores pueden cobrar sus productos.

Una afección que es aún mayor en la agricultura ecológica, con mayor mano de obra al no poderse mecanizar, ha añadido.

Por su parte, el secretario general de Asaja Aragón, Ángel Samper, ha señalado que, aunque en principio el incremento del Salario Mínimo Interprofesional o el control de los horas extra son medidas positivas, no se han tenido en cuenta los «graves» problemas que podría generar en sectores como el de la fruta aplicar estas normas «tan abruptamente».

«Si para curar un dedo tenemos que cortar la mano, algo mal habremos hecho», ha remachado.

Más allá ha ido el presidente de Araga, Jorge Valero, quien ha calificado estas medidas laborales del Gobierno central como la subida del Salario Mínimo Interprofesional de «ideas de yupi» y ha insistido en que los agricultores son una empresa y no «una ONG».

«Nos gustaría pagar mucho más, pero no podemos», ha lamentado Valero, quien ha incidido en que deben competir con países con menores costes laborales e impuestos y que no siempre se puede competir por una mayor calidad.

«Cualquier subida de ‘in-puts’ te puede llevar a la ruina», ha alertado, además de reiterar que, en campaña, «si tienes que meter 10 horas, metes 10 horas», en referencia a las horas extra que ha criticado que tampoco se pueden controlar en los campos a través del fichaje al no llegar internet.

(Foto acto: UPA Aragón)

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