El propietario del grupo Leite Río, Jesús Lence, ha reconocido que, tal y como está la situación del mercado, sería necesaria una bajada de producción en el sector lácteo gallego para que el precio de la leche repuntase hacía arriba, porque en estos momentos hay excedentes.

Según Lence, con el actual nivel de producción, «mucha leche no puede ir para UHT ni para quesos», de modo que acaba siendo destinada «a polvo».

se muestra escéptico en que la actual situación de precios a la baja vaya a poder cambiar

Esa situación, ha apuntado a la prensa, está «fastidiando» a los ganaderos, porque el precio de la leche destinada a polvo es sensiblemente inferior, pero también «a las industrias», reconoció Lence, dado que favorece prácticas comerciales que alteran el mercado.

«Lo ideal sería que bajase la producción para que los precios fuesen hacia donde tienen que ir», añadió el industrial, pero también reconoció que tiene «poca pinta» de que vaya a cambiar la actual tendencia.

De hecho, recordó que la situación de la producción se mantuvo prácticamente igual «en mayo y junio». En cuanto al precio actual, indicó que oscila entre 0,27 y 0,28 euros.

pese a todo, Leite Río renueva sus líneas de envasado tras una inversión de 5 millones

Pese a este poscionamiento, el grupo Leite Río está a punto de completar una renovación de las líneas de envasado en sus plantas de A Coruña y Lugo después de acometer una inversión de casi cinco millones de euros, lo que le permitirá reducir costes de producción y, al mismo tiempo, presentar la leche envasada en un nuevo formato.

En declaraciones a EFE, el propietario del grupo Leite Río, Jesús Lence, confirmó que las nuevas líneas de envasado sacan unos 8.000 envases a la hora, con un nuevo formato que ya incorpora el tapón de rosca en el propio cuerpo del paquete, un sistema diferente al que se usaba hasta ahora, en el que iba pegado.

Lence explicó que las nuevas líneas de envasado ya están funcionando en las dos plantas del grupo Leite Río en la provincia de Lugo, mientras que en la fábrica de Leyma se encuentra en estos momentos en fase de prueba.

Confía, en todo caso, en que el nuevo sistema esté funcionando también en Leyma «a pleno rendimiento» a finales de este mes. Las nuevas líneas disponen de tal nivel de automatización que sólo una persona es suficiente para ocuparse de su manejo.

Cada una de ellas supuso un gasto de 1,3 millones de euros para adquirir la maquinaria, aparte del coste correspondiente de instalación.

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