Cualquiera que conozca la trayectoria de la presidenta de AMFAR y diputada regional del PP en Castilla y León, Lola Merino, sabe que, ideologías al margen, se ha dejado la piel por los demás, en especial por las mujeres rurales. Por eso, sorprende doblemente su error imperdonable, pero error al fin y al cabo en mi parecer, al twitear un comentario fuera de tono sobre los refugiados tras el atentado de Berlín.

En concreto, acompañando una imagen del atentado contra el Mercado Navideño de Berlín, aseguró en la red social: «Welcome refugees?» (Bienvenidos los refugiados?), justo cuando las primeras hipótesis señalaban a un refugiado como presunto autor de la matanza… que luego se ha demostrado que no fue así.

Sorprende este twuit porque no es un comentario que, inicialmente, se le podría vincular a ella por su trayectoria, por lo que, cabe imaginar, que pudo ser más un calentón verbal que de un posicionamiento xenófobo. Pero sorprende también que una mujer tan vinculada a la política y a los medios de comunicación cayera en el error de hacer este comentario, tanto si lo pensaba de verdad como si fue ese previsible calentón.

Lola Merino ya ha pedido disculpas por este comentario y ahora deberá aguantar el chaparrón que le va a caer. Justa penitencia por un error que nunca debió cometer, y que le debe hacer meditar sobre cómo usa el twiter, pero sobre todo sobre qué cosas le pasan por la cabeza.

×