Lo he dicho muchas veces. A los agricultores y ganaderos franceses le fallan las formas (sobre todo cuando se empeñan en arramblar todo lo español) pero suelen acertar en el fondo cuando se ponen a exigir sus derechos. Su último logro es que han conseguido que los candidatos a la Presidencia gala haga este jueves un debate para hablar sólo de agricultura.

Organizado por la FNSEA, el primer sindicato agrícola de Francia, los principales candidatos a Eliseo se sentarán en una mesa para hablar de los problemas y, sobre todo, de las soluciones que van a aportar para el sector agrario del país.  Y entre los temas que se deberán debatir, la aplicación de la Ley Agrícola, vigente desde 2014 pero con la que el sector no está de acuerdo, el relevo generacional, y las condiciones necesarias para poder acceder a las ayudas, o la introducción de un precio mínimo garantizado en todos los productos y la prohibición de la venta a pérdida.

Igualito que en España, donde los candidatos celebran debate tras debate sin ser capaces de hacer ni una sola referencia a la agricultura o al mundo rural, a pesar de ser uno de los motores de la economía nacional. Está claro que el sindicalismo agrario francés tiene mucho de enseñar y que los políticos españoles tienen mucho de aprender… al igual que las organizaciones agrarias españolas, a años luz en este sentido de lo que significa hacer patente su representatividad en el futuro del campo. Quizás si pensaran menos en las subvenciones y más en otras cosas…

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