Los sucesivos brotes de Xylella fastidiosa en el olivar en Europa y uno supuesto en España han puesto de manifiesto su difícil manejo una vez establecida la bacteria en un territorio y, por tanto, la importancia de la detección temprana para su erradicación. El Encuentro Internacional Xylella fastidiosa, ¿una amenaza imprevisible? Avances técnicos y científicos para el control de las enfermedades, que se celebrará el 12 y 13 de diciembre en el Ateneo de Valencia, dedicará un bloque a revisar algunas investigaciones que se están llevando a cabo en esta materia.

En él participará Juan Antonio Navas-Cortés, especialista en epidemiología y control de enfermedades de cultivos del Instituto de Agricultura Sostenible IAS-CSIC, que ha formado parte de un equipo internacional de investigadores que ha demostrado que las imágenes aerotransportadas hiperespectrales y térmicas revelan cambios en los rasgos funcionales de la planta relacionados con la infección por Xylella en olivos antes de que los síntomas sean visibles, requisito esencial para erradicar esta enfermedad ya que plantas infectadas pueden tardar meses en comenzar a desarrollar síntomas visibles, constituyendo una fuente de inóculo para la propagación de las epidemias.

«Este trabajo demuestra el potencial de la teledetección como nueva forma de vigilancia para la detección temprana y pre-visual de enfermedades emergentes en plantas. La metodología presentada permite su generalización y transferencia a otras especies de plantas o enfermedades, ya que los rasgos recuperados por detección temprana están estrechamente o incluso directamente relacionados con los cambios fisiológicos que ocurren en la vegetación afectada», afirma el científico.

Otro de los participantes en el encuentro será José Blasco-Ivars, del Centro de Agroingeniería del IVIA, que ha desarrollado un pequeño robot de campo (XF-ROVIM) como solución flexible para la detección temprana de Xylella fastidiosa a nivel de la hoja. El robot se maneja por control remoto y está equipado con diferentes sensores de detección proximal que pueden capturar de forma geolocalizada información térmica, espectral y estructural de las plantas, a través de diferentes tipos de cámaras y un escáner láser.

Hasta el momento, se han realizado dos ensayos en un campo potencialmente infectado en la provincia de Lecce (Italia) en el que se han capturado más de 35.000 imágenes con las diferentes cámaras, además de la estructura 3D de cada árbol, a cuyos datos individuales se puede acceder fácilmente a través de Google Earth.

Los primeros índices vegetativos calculados a partir de la información espectral no han permitido determinar la infección, pero aún queda por analizar la información hiperespectral y térmica, así como crear modelos multivariantes que combinen toda la información obtenida. «Para lograrlo, son necesarios nuevos ensayos y la realización de análisis moleculares de las hojas de los árboles bajo estudio, que determinen sin duda la presencia o ausencia de la infección, con el objetivo de comparar el resultado de estos análisis con las observaciones realizadas con esta técnica de teledetección», avanza el investigador.

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