El foco de encefalopatía espongiforme bovina (EEB),o mal de las vacas locas, declarado en Cantabria el 9 de mayo tras el resultado positivo de una res bovina muerta en una explotación de Camargo, ha quedado extinguido después de que hayan resultado negativas las muestras recogidas tras el sacrificio de la cohorte del animal enfermo., con un total de cinco animales muertos.

Según ha informado el Gobierno en un comunicado, se han levantado también las medidas de restricción aplicadas en la explotación afectada por el positivo detectado el pasado mes de mayo.

las medidas de restricción aplicadas en la explotación afectada han sido levantadas

En concreto, cinco ejemplares, localizados todos ellos en la explotación camarguesa, han tenido que ser sacrificados de acuerdo a lo establecido en el Reglamento 999/2001, por el que se establecen las disposiciones a seguir para la prevención, el control y la erradicación de determinadas Encefalopatías Espongiformes Transmisibles (EETs).

El sacrificio y posterior destrucción de los cadáveres de los animales se llevó a cabo el pasado 24 de mayo, previa toma de muestras para su investigación.

Tras haber sido analizadas en el Servicio de Laboratorio y Control de la Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación, cuyo informe de resultados se ha emitido el pasado día 2 de junio, las medidas de restricción aplicadas en la explotación afectada han sido levantadas.

En Cantabria se han declarado 25 casos del mal de las vacas locas desde que se produjo el primero en 2001 y el último foco, anterior a éste, se detectó en el año 2007.

El de Cantabria es el segundo foco de esta enfermedad del mal de las vacas locas que se produce en 2017, después de otro en Castilla y León que apareció en marzo.

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