La reforma de la Política Agrícola Común (PAC) post 2020 debe servir para «profundizar» en las medidas para que las ayudas beneficien de una manera más «focalizada» a los profesionales del campo, según las conclusiones de la conferencia entre administraciones, sector y ONG, que terminó este martes 28, y donde se ha alcanzado un acuerdo para que España defienda los pagos directos en la negociación.

El secretario general de Agricultura y Alimentación, Carlos Cabanas, ha expuesto esta propuesta, durante la clausura de la conferencia «Construyendo la PAC del futuro», que ha marcado el punto de partida del debate en España sobre la revisión de dicha política.

Representantes de la Comisión Europea (CE), países comunitarios, autonomías, sector agroalimentario, ecologistas, diputados y europarlamentarios han debatido durante dos días en dicha jornada, organizada por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.

Cabanas ha recordado que en la última reforma de la PAC, la que se aplica en la actualidad, hubo actuaciones para dirigir las subvenciones hacia los productores que realmente realizan la actividad agraria y, según el texto de las conclusiones de la conferencia, «es necesario profundizar más en esta línea».

Por otro lado, ha resaltado la «situación de incertidumbre política, presupuestaria e institucional» de la Unión Europea (UE) que marca el debate sobre la negociación de la nueva PAC, ante la cual la respuesta debe ser «reforzar el compromiso con las políticas comunes».

La «conexión» entre el campo con los consumidores y la percepción del ciudadano sobre la PAC son asignaturas pendientes

En la futura PAC los agricultores y ganaderos «deben ser protagonistas», así como la diversidad de modelos productivos, entre los que Cabanas ha citado el mediterráneo y el de las regiones ultraperiféricas.

También ha insistido en la necesidad de una financiación «ambiciosa» y de nuevas medidas para colectivos como los jóvenes y las mujeres, con el fin de evitar la despoblación rural.

Entre las conclusiones, ha añadido, queda de manifiesto que la «conexión» entre el campo con los consumidores y la percepción del ciudadano sobre la PAC son asignaturas pendientes.

Dentro del régimen de ayudas agrícolas, Cabanas ha mencionado el mantenimiento de los pagos directos, las medidas contra las crisis de mercado, mejora de la comercialización y la lucha contra el cambio climático, mediante «incentivos» que motiven al agricultor o ganadero a ser más respetuoso con el medio ambiente.

En relación a los pagos directos, las conclusiones reflejan las peticiones para que sean «íntegramente» financiadas por la UE.

Asimismo, Cabanas ha citado las demandas para que a escala comunitaria se apruebe una ley sobre la cadena alimentaria, que refuerce la posición del productor frente a la industria o supermercados y evite las «prácticas abusivas», con actuaciones como «contratos obligatorios» en toda la UE.

Cabanas ha explicado que estas conclusiones aún son provisionales, pues el Ministerio está dispuesto a recibir más ideas, con el fin de propiciar una postura consensuada, que será remitida a la CE, en el plazo de la consulta pública abierta por Bruselas sobre la PAC, hasta el 2 de mayo.