La Comisión Europea ha puesto este jueves 2 en marcha una consulta pública sobre la reforma de la futura PAC post 2020, en uno de los momentos de mayor incertidumbre en décadas por la situación internacional. Aunque ahora será el tiempo de que las organizaciones y cooperativas puedan posicionarse sobre los cambios que debería intrducir esta reforma, el sector tiene claro que todo lo que se pueda aprobar va a venir marcado por el Bréxit, el proteccionismo en EEUU, los procesos electorales pendientes en varios países y las tensiones con Rusia.

Así, el director de relaciones internacionales de Asaja, Ignacio López, cree que la primera propuesta legislativa de la Comisión Europea (CE) no se presentará hasta enero próximo, tras el período de consultas, que incluirá una conferencia de alto nivel para mayo o junio de 2017.

Ya se baraja en Bruselas una prórroga de la actual PAC más allá del 2020, aunque la duda serán los presupuestos comunitarios

Los debates llevarán su tiempo en el Consejo y Parlamento Europeo, y en España también se deben consensuar posturas entre Gobierno, comunidades y sector agrario.

López reconoce que algunos expertos hablan abiertamente de una posible prórroga de la actual Política Agraria Común (PAC) más allá de 2020, aunque no será fácil hacer lo mismo con los presupuestos en la Europa del Bréxit.

La negociación sobre la futura PAC coincidirá con procesos electorales en varios países europeos, el veto que Rusia mantiene a importaciones de productos comunitarios y las políticas de Donald Trump como presidente de EEUU, de momento proteccionistas.

Sobre el riesgo de «renacionalización» de la PAC, recuerda que la CE ya recurre a esta estrategia, como con los transgénicos, lo que a su juicio rompe con las normas comunes de la UE.

Tras el Bréxit, Europa podría avanzar en esta renacionalización de la PAC, al menos en el plano teórico, aunque según López la salida de Reino Unido tiene una doble lectura.

Es decir, se marcharía de la UE un contribuyente neto del presupuestos comunitario, pero también un «antagonista de la PAC», porque Reino Unido siempre se ha opuesto a cualquier aumento de presupuestos para esta política.

Las organizaciones ya apuestan por gantantizar las rentas de los agricultores e instrumentos de estabilización

Para la PAC post 2020, Asaja defiende un modelo empresarial para la agricultura, que garantice la seguridad de rentas de los agricultores y ganaderos, con normas de competencia que no den la espalda al sector y medidas que refuercen a los productores en la cadena de valor agroalimentaria.

Los agricultores deben ser un eje clave para luchar contra el cambio climático y perpetuar su legitimidad para seguir recibiendo las ayudas, concluye.

El director técnico de COAG, Jose Luis Miguel, espera que, con la consulta, «tengamos más indicaciones sobre cuáles serán los planteamientos y propuestas de la CE», aunque en su opinión este tipo de procesos tampoco es tan abierto a las contribuciones del sector, sino que muchas veces trata de orientar el resultado «hacia lo que tiene establecido la CE desde un principio».

La «desconexión británica» interfiere en un debate, ya que obligará a un replanteamiento de la ficha comunitaria de la UE.

En 2014, el Reino Unido era un contribuyente neto al presupuesto de la UE con 5.000 millones de euros y su marcha «es un revés» para la financiación comunitaria, señala, pero «hay otras incertidumbres encima de la mesa» como la situación internacional de los acuerdos comerciales tras la elección de Trump o las próximas elecciones en países europeos como Francia, Holanda o Alemania…

«Así, es complicado tener bases sólidas para iniciar un debate sólido en cuanto a reforma de la PAC», así como «hablar de una «política de gasto, sin saber muy bien la ficha presupuestaria global, sin saber cómo quedarán los tratados comerciales…». Sobre la futura PAC post 2020, «se da por hecho que el componente de sostenibilidad y adaptación al cambio climático será más fuerte».

«Para nosotros sería muy importante tener nuevos instrumentos para la estabilización y regulación de los mercados, para que éstos sean remuneradores para los agricultores, porque aunque existan ayudas directas es muy difícil sostener un sector que trabaje permanentemente por debajo de los costes de producción», añade.

En cuanto a la necesaria legitimación de los pagos, Miguel señala que se habla ahora de suministro de «bienes públicos», pero «queremos incidir que la principal legitimación del agricultor está en la producción de alimentos sanos y sabrosos para la sociedad».

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