La aceitera Deoleo cerró 2016 con unas pérdidas netas de 179 millones de euros, tres veces más que hace un año, y ha incurrido en causa de disolución por el desequilibrio existente entre su patrimonio neto y el capital.

La compañía, que ha enviado este martes 28 sus resultados anuales a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), ha subrayado en un comunicado que ya se prepara para «revertir esta situación» y evitar la disolución.

Justifica sus malos resultados en el «inesperado cambio en la normativa fiscal de diciembre de 2016»

Ha garantizado que cuenta «con una cifra de capital social suficiente para el restablecimiento del equilibrio».

La aceitera ha achacado este desfase al «inesperado cambio en la normativa fiscal de diciembre de 2016» -en referencia a las modificaciones en materia de tributación de pérdidas incluidas en la reforma de la Ley de Sociedades aprobada por el Gobierno-, y ha cifrado en 53 millones de euros el impacto negativo de esta medida en sus cuentas.

La normativa vigente precisa que una sociedad incurre en causa de disolución cuando su patrimonio neto es inferior a la mitad del capital, tal y como le ocurre ahora a Deoleo, que tras las pérdidas de 2016 ha visto cómo caía su patrimonio hasta los 173,45 millones de euros frente a los 438,78 millones de capital.

Sobre sus pérdidas por valor de 179 millones de euros, desde Deoleo han señalado que se explican en parte «por la decisión del consejo de administración de registrar un deterioro de los activos por valor de 96,3 millones de euros para adecuar el balance a la situación actual de la compañía», que se encuentra en pleno proceso de reestructuración.

La medida ha sido tomada por el nuevo equipo de gestión que tomó posesión en septiembre, y según la empresa tiene por objetivo «relanzar la compañía y sentar las bases para desarrollar los proyectos que ya están en construcción».

Este proceso de reestructuración incluye un paquete de medidas ya anunciadas durante los últimos meses, como la venta de su planta de Antequera, un nuevo plan para la planta de Inveruno (Italia) y la apertura de un Expediente de Regulación de Empleo que afecta a 95 trabajadores en España.

Los resultados de 2016 se vieron igualmente afectados por «gastos no recurrentes» valorados en 33,6 millones de euros, derivados «de la crisis de calidad ocurrida en Italia durante 2015», que ha obligado a Deoleo a invertir «en el rediseño integral de las áreas de calidad y los procesos».

Sus ingresos cayeron un 14,9%, hasta los 695,2 millones, debido a «la subida de los precios del aceite en origen»

Los ingresos de la multinacional española -que agrupa a marcas como Bertolli, Carapelli, Sasso, Carbonell, Hojiblanca o Koipe- durante el ejercicio 2016 cayeron un 14,9%, hasta los 695,2 millones de euros, debido a «la subida de los precios del aceite en origen», que según la compañía fue «trasladada de forma paulatina a los precios de venta».

En volumen, las ventas se contrajeron un 22% «como consecuencia de la decisión estratégica de priorizar las ventas rentables y por la crisis de calidad ocurrida en Italia», según la misma fuente.

El resultado bruto de explotación (Ebitda), por su parte, ascendió a 46,1 millones de euros, lo que supone un incremento cercano al 30% respecto al año anterior.

Además, su deuda financiera acabó el ejercicio en 533 millones de euros, un 1,5% más que a cierre de 2015.

Los responsables de Deoleo han insistido en que, pese a todo, «la situación de caja de la compañía es sólida porque las pérdidas por deterioro de activos, así como las producidas por la nueva normativa fiscal, no suponen ningún consumo de caja», y han defendido que los parámetros que miden la evolución del negocio operativo «mantienen su tendencia positiva».

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