El presidente de ASAJA-Sevilla, Ricardo Serra, ha defendido en el Consejo Ecómico y Social Europeo (CESE) , en representación de todos los agricultores y cooperativas de la UE, la necesidad de aparcar los argumentos emocionales, de escuchar a las agencias europeas competentes y de desbloquear la renovación del glifosato apoyando su resolución en criterios exclusivamente científicos.

Tal como ha expuesto el presidente de ASAJA-Sevilla, Ricardo Serra, “la agricultura europea no puede prescindir del glifosato, un producto esencial para los agricultores, debido a su disponibilidad, su inocuidad y su buena relación calidad-precio”. Tanto en la agricultura convencional, como en prácticas de cultivo sostenibles como la producción integrada o la agricultura de conservación, el glifosato, dada su inocuidad, «es sin lugar a dudas la materia activa más indicada, ya que evita multiplicar tratamientos o practicas mecánicas que conllevan mayor erosión del suelo, mayores emisiones de CO2, menor retención del agua en el suelo y riesgos de escorrentías e inundaciones».

El presidente de ASAJA-Sevilla, que es también miembro del Comité Económico y Social Europeo en representación de los agricultores, ha intervenido este miércoles 20 en el pleno del CESE para dejar clara la “postura unánime de todos los agricultores europeos a favor del glifosato” y para “instar a la Comisión Europea a escuchar a las agencias europeas competentes y a desbloquear la renovación del glifosato de esta materia activa apoyando su resolución en criterios exclusivamente científicos».

«No hay ni una sola razón de peso para prohibir su uso y lo más sensato sería que las autoridades europeas desbloqueen este asunto ya»

Si en los últimos años se había generado alguna duda sobre su inocuidad, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA), el Instituto Federal de Evaluación de Riesgos de Alemania (BfR), la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA) y las autoridades de evaluación de Canadá, Japón, Australia o Nueva Zelanda se han encargado de despejarla.

Siendo importante esta unanimidad de las agencias científicas en su respaldo, a juicio del presidente de ASAJA-Sevilla “lo relevante y decisorio tanto para el CESE como para la Comisión Europea y los Gobiernos de los 27 es que las dos Agencias que tienen el máximo nivel de competencia sobre este asunto en la propia Unión Europea -la ECHA y la EFSA (el organismo europeo al que compete la evaluación de las sustancias activas)- han  emitido sendos informes favorables y han concluido que la sustancia activa glifosato no es cancerígena, mutagénica o tóxica para la reproducción”. Conclusión que, como hemos adelantado es compartida también por el Instituto Federal de Evaluación de Riesgos de Alemania (BfR), la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA) y la Agencia Reguladora de Canadá (PMRA) y otras.

Tal como sostuvo Serra en su intervención, «la posición mayoritaria del sector agrario europeo se basa, además de en los criterios científicos, por si solos más que suficientes, en criterios medioambientales y cómo no, en criterios económicos y sociales, pues no debemos olvidar que la actividad agraria es una actividad empresarial».

El presidente de ASAJA-Sevilla puso de manifiesto los datos ofrecidos en un reciente estudio elaborado en España por una importante consultora internacional y extrapolable al resto de la Unión Europea que cifra las pérdidas económicas que sufriría España por la prohibición del uso del glifosato en 2.000 millones de Euros anuales, a lo que habría que sumarle la pérdida de más de 5.000 puestos de trabajo. En otros países como Francia, Alemania o el Reino Unido, las estimaciones son muy similares.

Por tanto, concluyó Serra, “dado que no hay ni una sola razón de peso para prohibir su uso, lo más sensato sería que ya, en la próxima reunión de octubre, las autoridades europeas desbloqueen este asunto y aprueben la renovación del glifosato para el periodo máximo que establece la legislación comunitaria.”

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